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Josep Mª Serra: «El lipofilling es imprescindible para una buena reconstrucción de mama»

La entrevista- Josep Mª Serra, cirujano plástico, estético y reparador, presidente del Congreso de la Sociedad Española de Aplicaciones Terapéuticas de Grasa

Josep Mª Serra, cirujano plástico, estético y reparador/ Shooting
Josep Mª Serra, cirujano plástico, estético y reparador/ Shootinglarazon

«Una de cada 10 o 12 mujeres aproximadamente a lo largo de su vida va a desarrollar un cáncer de mama o un tumor. En gran parte de estos tumores, el tratamiento indicado es un tratamiento conservador».

El 19 de octubre se celebra el Día Internacional del Cáncer de Mama y tendrá lugar el 8º Congreso de la Sociedad Española de Aplicaciones Terapéuticas del Trasplante de Grasa, donde se debatirá sobre innovadoras técnicas de reconstrucción mamaria a partir del injerto de grasa en mujeres afectadas por cáncer.

–Por situarnos, ¿hoy en día cuántas mujeres que sufren cáncer de mama han de ser amputadas de parte de un pecho, de uno entero o de ambos? ¿Qué supone esto para las pacientes?

–Una de cada 10 o 12 mujeres aproximadamente a lo largo de su vida va a desarrollar un cáncer de mama o un tumor. En gran parte de estos tumores, el tratamiento indicado es un tratamiento conservador; esto quiere decir que hoy por hoy en la mayoría de los casos ya no es necesario realizar una mastectomía, que lo que hace es amputar el pecho por completo, sino que el tratamiento más indicado y habitual es este tratamiento conservador, en el que solo se extirpa el tumor y tejido sano de alrededor. Cuando se realiza el tratamiento conservador, siempre va asociada la radioterapia. El tratamiento conservador tiene una tasa de supervivencia igual a la del tratamiento radical, pero siempre asociado con la radioterapia, que quema el tejido, no solo del tumor sino también de los tejidos de alrededor. Es decir que genera una fibrosis en los tejidos. En este contexto, no se considera que la paciente está curada hasta que se realiza la reconstrucción de mama y esto es porque la mujer con un pecho mastectomizado tiene una alteración de la imagen corporal importante que hay que restablecer. Entonces, lo que nos permite la reconstrucción de mama es borrar al máximo el estigma, el defecto físico o la asimetría grande entre los dos pechos.

–¿En qué consiste la reconstrucción mamaria? ¿El lipofilling se está consolidando como la técnica más eficaz para devolver el aspecto físico óptimo a los pechos de la mujer? ¿De qué se trata?

–Cuando se habla de mastectomía, tenemos dos grandes tipos de técnicas de reconstrucción mamaria: aquellas que usan implantes o aquellas que utilizan el tejido de la propia paciente como colgajo de grasa y piel abdominal o músculo de la espalda. El lipofilling es como una tercera técnica y por sí sola nos permite reconstruir un pecho, pero el gran boom del lipofilling ha sido como complemento a las técnicas clásicas, permitiendo aumentar el grado de satisfacción con los resultados. Las técnicas de implantes y tejidos tenían como un techo, como un límite y el lipofilling nos permite mejorar mucho los resultados, no solo en forma, sino también en calidad de los tejidos. Ese ha sido el gran punto a favor que ha hecho que el lipofilling se expanda como una técnica imprescindible en la reconstrucción. Esta técnica consiste en inyectar la propia grasa de la paciente. Al principio se usaba como material de relleno, ya que tiene unas características que no tiene ningún otro material de relleno: es biocompatible, no es tóxico, es de la propia paciente, no migra, no se destruye. Sin embargo, el gran punto a favor del lipofilling es que nos permite mejorar la calidad de los tejidos. Esto en reconstrucción mamaria es clave: si tenemos un tejido radiado, fibrosado por la radioterapia, tener una técnica que no solo nos va a rellenar, sino que además mejora la piel es muy importante. Así pues, hoy en día el lipofilling, como complemento y como técnica, es imprescindible para tener una buena reconstrucción de mama.

–Así pues, ¿qué novedades o mejoras supone el uso de la grasa de la propia paciente para llevar a cabo la reconstrucción?

–Es un gran material de relleno que nos permite corregir defectos, asimetría, algo clave en la reconstrucción mamaria, y además mejora la calidad de los tejidos, lo cual es muy importante no solo en cáncer de mama sino también en pacientes que han sufrido quemaduras. Es una técnica muy sencilla que nos permite mejorar mucho la calidad de vida de los pacientes

–¿El lipofilling consiste en una sola inyección de grasa o se debe hacer de forma reiterada en el tiempo?

–Depende. En las dos cirugías que ya están programadas para reconstruir el pecho con prótesis, en la primera inyectamos grasa y en la segunda, también. Lo que hacemos es que cuando colocamos el expansor ponemos grasa y cuando lo recambiamos por el implante, volvemos a poner grasa, de tal manera que la paciente que tenía una piel muy finita ahora tiene una piel finita y toda una grasa subcutánea, que nos permite tener un pellizco mucho más natural. Sin embargo, es cierto que el número de inyecciones depende también del volumen que quieres; si quieres reconstruir todo un pecho con grasa probablemente necesitarás dos sesiones, pero si lo utilizas como complemento, muchas veces con una es suficiente. Además, hay que tener en cuenta que con el lipofilling se reabsorbe una parte inicial durante los primeros meses, pero el volumen que queda a partir del año es para siempre. Y es que en definitiva, lo que estamos haciendo es reemplazar un tejido por otro muy similar; en un plano donde hay grasa, inyectamos grasa.

–¿Esta técnica tiene margen de mejora? ¿Hacia dónde se va la investigación en este ámbito?

Sí. Todo lo que es medicina regenerativa tiene un gran margen de mejora y evolución. Cada año salen nuevas formas de obtener una grasa mejor, nuevas indicaciones clínicas y nuevas técnicas. La investigación va enfocada en dos campos: en el clínico, sobre todo en desarrollar nuevas indicaciones, nuevas técnicas y nuevas aplicaciones; y el campo de la ingeniería de tejidos.