Política

El desafío independentista

Junqueras ejerce ya como socio de Mas y jefe de la oposición en el Parlament

Su nombramiento irrita al resto de grupos, que le exigen que renuncie al cargo

Oriol Junqueras baja por el pasillo del hemiciclo tras su estreno en el debate de investidura
Oriol Junqueras baja por el pasillo del hemiciclo tras su estreno en el debate de investiduralarazon

Aunque hace apenas veinte días Oriol Junqueras firmaba con Artur Mas un acuerdo de legislatura para asegurar la estabilidad al gobierno de CiU, por paradojas de la legislación, la presidenta del Parlament de Cataluña, Núria de Gispert, nombraba ayer al presidente de ERC jefe de la oposición. La distinción de Junqueras sulfuró al resto de grupos de la oposición que ven como una broma que el principal aliado de Mas sea a la vez su opositor.

Durante el debate de investidura, los grupos de la oposición reclamaron al president de la Generalitat que replanteara el nombramiento de Junqueras. El PSC presentó una propuesta para que el título fuera adjudicado a Pere Navarro. E ICV pidió directamente la supresión de la figura de jefe de la oposición. Propuso una modificación legislativa para que la plaza quedara vacante siempre que el primer partido de la oposición en número de escaños firmara un acuerdo de estabilidad con el gobierno catalán.

Una invento de Maragall

Pero ninguna de las dos proposiciones salió adelante y como ERC es el grupo parlamentario de la oposición que tiene más escaños (21), uno más que el PSC –pese a que los socialistas suman 27.041 votos más que los republicanos–, por decreto, a Junqueras le toca el papel de jefe de la oposición.

El decreto lo aprobó Pasqual Maragall en 2004, para que Artur Mas pudiera ser líder de la oposición. Se trata de una figura que no existía en Cataluña, de hecho, no existe en el Congreso de los Diputados y está inspirada en el parlamento británico.

Ser jefe de la oposición tiene unos privilegios. Junqueras tendrá un trato preferente como «Honorable Señor», deberá ser consultado a iniciativa del president en «aquellos asuntos de mayor importancia, como los que afectan a su autogobierno o a su proyección exterior», y en los actos oficiales, por protocolo, ocupará «el lugar inmediatamente posterior a los ex presidentes de la Generalitat». Además, le toca proponer mejoras de acción de gobierno y para ejercer este trabajo dispondrá de dos personas a cargo de los presupuestos públicos con «dedicación especial».

En el decreto original, el líder de la oposición cobraba como un conseller. Joaquim Nadal, que como presidente del grupo parlamentario del PSC durante la pasada legislatura ejerció el cargo, renunció a la paga extra. Y Junqueras tendrá la retribución que ya le tocaba como presidente de grupo parlamentario.

En campaña, Mas sopesó suprimir esta figura, calculando que CiU iba a triplicar al PSC y que, por lo tanto, no tenía sentido mantener la figura del jefe de la oposición con una fuerza disminuida. Aunque los resultados fueron los que esperaba, el escenario no difiere, ERC, tiene 21 escaños, el PSC 20 y el PP, 19. Desde el PSC, Jaume Collboni reprochó a Junqueras que «no se puede estar en misa y repicando. Ciutadans lamentó que tenga la «desvergüenza» de aceptar el cargo. Y Junqueras avanzó que ejercerá una oposición leal con la independencia.