El desafío independentista

Junts pel Sí obliga a trabajar a funcionarios del Parlament por la cumbre del referéndum

Los empleados tenían programada tarde festiva y la Cámara debía estar cerrada.

Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, ayer, en el Parlament de Cataluña
Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, ayer, en el Parlament de Cataluñalarazon

Los empleados tenían programada tarde festiva y la Cámara debía estar cerrada.

El Palau del Parlament cierra pocas tardes durante el año. Únicamente existe el horario de 9:00 a 14:00 horas en víspera de Reyes, en Jueves Santo, en Sant Jordi y los días 24 y 31 de diciembre. Cuando alguna de estas fechas cae en sábado, como ocurre este 24-D, el horario matinal se traslada al viernes más cercano. Es decir, que hoy por la la tarde el Parlament debería estar cerrado. Así lo comunicó esta semana el departamento de Recursos Humanos a los diferentes empleados de la Cámara. Sin embargo, muchos de ellos se verán obligados a trabajar porque el Parlament no sólo abre sus puertas mañana por la tarde, sino que acoge un acto de postín: la cumbre del referéndum.

El acuerdo de personal del Parlament establece que este horario de 9:00 a 14:00 horas puede volar por los aires en dos supuestos: por la reunión de los órganos parlamentarios –que no es el caso– y por orden expresa de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, o de la Mesa, que es el mecanismo que se ha impuesto gracias a la mayoría de Junts pel Sí en el órgano rector de la Cámara. Cabe recordar en este punto que en el Parlament trabajan más de 200 personas.

Los invitados de Puigdemont

Muchas de ellas no tendrán más remedio que acudir a su puesto de empleo para prestar sus servicios, ya que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha citado a sus invitados a partir de las 17:30 horas. Entre otros ilustres, estarán presentes el ex presidente de la Generalitat Artur Mas –a quien se ha convocado por su «experiencia»–; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau –la invitada estrella, sin duda, ya que por ella se modificó el horario de una cumbre inicialmente prevista para la mañana–; los líderes catalanes de CC OO, Joan Carles Gallego, y de UGT, Camil Ros; cinco consellers de la Generalitat (Oriol Junqueras, entre ellos), y dirigentes de la CUP, de Catalunya Sí que es Pot, de Podemos, de EUiA, y de las entidades soberanistas (ANC, Òmnium y AMI).

La cumbre está llamada a abordar, entre otras cosas, el calendario del referéndum. Se sabe que la previsión inicial es convocarlo en la segunda quincena de septiembre, pero las eventuales inhabilitaciones de cargos catalanes podrían acelerar los tiempos. También está previsto abordar el mecanismo de funcionamiento de un grupo de trabajo que es heredero del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, el cual impulsó la consulta del 9-N. La intención de Puigdemont es formar un equipo coordinador «transversal» que reúna las diferentes sensibilidades soberanistas, según explicaron a Efe fuentes conocedoras de la iniciativa. El nuevo Pacto Nacional por el Referéndum no tendrá una única figura de consenso al frente, como era el caso del ex presidente del Parlament Joan Rigol, sino una coordinadora «colegiada», que deberá recoger las diferentes sensibilidades.

De esta manera, el Govern trata de que la órbita de Ada Colau –a quien se da una importancia crucial en la estrategia– no se descuelgue y así no dar la imagen de un aquelarre independentista. Para lograrlo, el Govern deberá desdibujar la opción de un referéndum de autodeterminación por la vía unilateral, ya que las confluencias de Podemos no comulgan con ella ni tampoco los sindicatos, que exigen pactar con el Gobierno.