Audiencia Nacional

Juzgan a dos CDR por desórdenes ante la Delegación del Gobierno cuando detuvieron a Puigdemont

La Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona arranca un juicio que podría otorgar penas de hasta seis años de cárcel

Los desórdenes se produjeron ante la Delegación del Gobierno
Los desórdenes se produjeron ante la Delegación del Gobiernolarazon

La Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona arranca un juicio que podría otorgar penas de hasta seis años de cárcel

La Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona juzgará el lunes a dos activistas acusados de presuntos desórdenes durante la protesta convocada por los CDR ante la Delegación del Gobierno en Barcelona a raíz de la detención del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, en marzo de 2018.

Uno de los acusados, L.M.E., se enfrenta a una petición de condena de la Fiscalía de seis años de cárcel por presuntos delitos de desórdenes y atentado, ya que cruzó contenedores en la calle cuando los Mossos d’Esquadra estaban dispersando la concentración y lanzó una botella a un furgón de los antidisturbios.

Para la otra acusada, E.R.P., el fiscal pide dos años de cárcel por un presunto delito de desórdenes, al atribuirle haber cruzado contenedores en la calle junto al otro acusado “para obstaculizar la marcha policial”.

Según afirma la Fiscalía en su escrito de acusación, el 25 de marzo de 2018 los CDR convocaron por redes sociales una concentración ante la Delegación del Gobierno, en la calle Mallorca de Barcelona, a la que acudieron unas 3.000 personas.

Los Mossos d’Esquadra establecieron un dispositivo de seguridad en torno a las calles Mallorca, València, Roger de Llúria y Pau Claris ante la previsión de incidentes, puesto que los mensajes de los manifestantes eran “de contenido beligerante”.

Sobre las 21.30 horas de ese día, efectivos de la Brigada Móvil (Brimo) dieron órdenes “claras y reiteradas” por megafonía a los concentrados para que se disolvieran, aunque éstos hicieron caso omiso a las consignas.

Cuando los agentes bajaron de los furgones para dispersarlos, L.M.E. lanzó una botella de cristal contra los antidisturbios --prosigue el relato del fiscal--, que no causó heridos pero sí impactó en un vehículo policial.

A lo largo de la marcha, “manteniendo el ánimo de alterar el orden establecido”, el acusado además colocó en medio de la vía un contenedor de basura para entorpecer el paso de los furgones.

Unos metros más adelante, el activista reiteró su conducta junto a la acusada E.R.P., colocando ambos dos contenedores en la calzada.

Los Mossos ese día tuvieron que hacer cargas con las porras y lanzar salvas para “garantizar su posición”, dado que, según relata el Ministerio Público, los manifestantes les lanzaron artefactos incendiarios, pinturas, basuras y objetos contundentes, haciendo barricadas para llegar a la Delegación.

El 25 de marzo de 2018 el expresidente catalán fue detenido por la policía alemana en Kiel, capital de Schleswig-Holstein, tras cruzar la frontera con Dinamarca en dirección a Bélgica, en base a la euroorden dictada por el instructor de la causa por el proceso soberanista, el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena.