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Juzgan al empresario Pallerols por fraude en cursos pagados por la Generalitat

El empresario Fidel Pallerols, condenado por desviar a UDC fondos de subvenciones públicas, ha declarado hoy en la primera jornada de un juicio en el que se enfrenta a 15 años de prisión por un presunto fraude de 1,2 millones de euros con falsos costes en cursos de formación pagados por la Generalitat. El empresario andorrano, que por aquella condena permaneció en la cárcel apenas unas semanas, ya que desde julio pasado disfruta del régimen abierto, ha acudido a la Audiencia de Barcelona, donde ha afirmado que "nunca"ganó dinero con los cursos y que si los impartía a través de sus academias, era con el fin de levantar una "plataforma formativa"que les permitiera expandirse en el extranjero, fundamentalmente en América Latina.

A propuesta de la defensa de Pallerols, en el juicio ha declarado como testigo Ignasi Farreres, que entre los años 1988 y 1999 fue conseller de Trabajo -el departamento que concedía las subvenciones europeas para parados- y en 2009 fue juzgado y absuelto del desvío de fondos a un empresario próximo a UDC.

Farreres ha asegurado hoy que los cursos de formación de Pallerols "funcionaban muy bien"y ha resaltado la "categoría de las instalaciones"de sus academias y "sobre todo la eficiencia demostrada"al lograr la colocación de personas desempleadas.

El conseller ha recordado que asistió a actos de reconocimiento público a la labor desempeñada por los centros de Pallerols y ha resaltado que las distinciones que se le concedieron obedecían a la "eficacia"de sus cursos de formación, ya que se otorgaban "en función del empleo conseguido por los asistentes".

En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía pide quince años de prisión para el empresario por seis delitos contra la Hacienda Pública, cometidos al inflar artificialmente los gastos de los cursos de formación subvencionados que organizaba mediante la compra de material didáctico a precio desorbitado a una matriz suya afincada en Andorra.

Inicialmente, el ministerio público estimaba en 1,2 millones de euros la cantidad defraudada por Pallerols, pero esa cantidad podría reducirse sensiblemente -siempre superando el millón de euros- con los nuevos cálculos periciales con base en la sentencia por el desvío de fondos a UDC, por lo que podría decaer uno de los seis delitos de fraude de que se acusa al empresario.

En su declaración, Pallerols ha asegurado que el material didáctico con el que presuntamente se inflaban los gastos deducibles era "de mucha calidad", ya que formaban parte de una "metodología pedagógica asistida por ordenador"que su empresa matriz de Andorra había desarrollado.

En ese sentido ha precisado que disponía de otras fuentes de ingresos, derivadas de una maderera que tenía en Brasil con 2.000 empleados, así como de otras compañías vinculadas a las comunicaciones y la informática: "Hicimos el software de la administración de justicia de Andorra", ha añadido.

En el juicio, que proseguirá el próximo 15 de octubre, ha declarado también el inspector de Hacienda que examinó la contabilidad de las empresas de Pallerols, quien mantiene que el material que el acusado importaba de Andorra tenía una "valoración desorbitada": suponía un 60 % del total de subvenciones otorgadas, mientras que en el resto de empresas del sector representaba del 4,2 al 4,5 %.

Según este inspector, el material didáctico investigado era "fotocopiado y repetitivo, sin demasiada especificidad"y Pallerols había montado, a su juicio, "una estructura encaminada a engrosar exageradamente el gasto"de cara a obtener beneficios fiscales.

Al inicio del juicio, la defensa de Pallerols ha planteado varias cuestiones para forzar la absolución del empresario, que el tribunal resolverá en sentencia, entre ellas que la causa habría prescrito al haber estado paralizada siete años desde su apertura en 2001 y que el registro de su domicilio de La Seu d'Urgell (Lleida) en que la Guardia Civil se incautó de documentación sobre sus negocios carecía de cobertura judicial.