JxSí y CUP rompen la unidad de acción en el cuarto pleno de la legislatura

Junts pel Sí (JxSí) y la CUP han logrado mantener su unidad de acción durante tres sesiones plenarias en el Parlament. Ayer, en el cuarto pleno de la legislatura, la cohesión voló por los aires. No valieron en esta ocasión las reuniones de última hora y los socios soberanistas acabaron dividiéndose a raíz de una iniciativa del PSC para que la Generalitat recupere el control de Aigües Ter Llobregat (ATLL), en manos de Acciona tras una embrollada concesión que podría revertir el Tribunal Supremo (TS).

JxSí y la CUP ya estuvieron a punto de romper su unidad de acción en el primer pleno ordinario debido a sus diferencias sobre la devolución de la paga extra que se suprimió a los funcionarios. Pero entonces los socios soberanistas lograron un acuerdo «in extremis» y el Parlament aprobó por unanimidad resarcir a los trabajadores públicos en el plazo de dos años.

El vicepresidente económico, Oriol Junqueras, recurrió ayer a la misma técnica de intentar un acuerdo sobre la campana con los diputados de la CUP, pero no funcionó. Así que a Junqueras y a su entorno sólo le quedó minimizar la división y reducirla a que «hay ganas de debatir».

La derrota parlamentaria de de Junts pel Sí todavía tiene remedio porque ayer solo perdió la votación de la enmienda a la totalidad a una proposición del PSC que aún debe debatirse en pleno. Según Junts pel Sí, la idea de devolver ATLL a manos públicas es «inoportuna» en este instante, ya que lo adecuado es «esperar a la resolución del expediente abierto por la Generalitat a la concesionaria y esperar también la sentencia del recurso ante el Tribunal Supremo porque si ésta confirma la anulación, la Generalitat no tendrá que indemnizar».

Los 1.200 millones que el Govern debería abonar a Acciona en estos momentos provocan sudores fríos en el departamento de Economía, cuyas finanzas atraviesan enormes debilidades desde que estalló la crisis y perdió el acceso al crédito. El diputada de Junts pel Sí Marc Sanglas llegó a decir durante el debate de la enmienda a la totalidad que la proposición de ley del PSC es «chavista» y no tiene en cuenta las repercusiones. «La magnitud de la tragedia que proponen es inmensa y cuesta cinco veces más que el plan de choque social», alertó el diputado de JxSí.

La CUP, por su parte, justificó apoyo a la iniciativa del PSC porque defiende la gestión pública del agua pero, a continuación, se revolvió contra los socialistas al entender que su maniobra es un ejercicio de «cinismo». Y denunció en este punto que la ex diputada del PSC Laia Bonet sea directiva ahora de ATLL.

Puigdemont ve en el Congreso «las exequias de la tercera vía»

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tuvo palabras para comentar ayer la sesión de investidura en el Congreso que transcurría en paralelo al pleno del Parlament. «Son las exequias de la tercera vía», dijo sobre la imposibilidad de Pedro Sánchez de lograr un acuerdo que permitiera, entre otras cosas, mejorar el encaje de Cataluña. Convencido de que no se va a realizar ninguna oferta por parte del Estado para elevar el autogobierno de Cataluña, Puigdemont reafirmó su intención de cumplir con la hoja de ruta soberanista. «Iremos tirando y si tienen algo que decirnos, ya nos lo comunicarán», afirmó el presidente de la Generalitat, que también aprovechó para pedir a los partidos estatales «que se pongan las pilas». «Necesitamos interlocutor», dijo.