El desafío independentista

La alcaldesa de Berga, inhabilitada durante seis meses por negarse a descolgar la «estelada»

Montse Venturós la mantuvo en el Consistorio durante los comicios de 2015 y 2016

La alcaldesa Montse Venturós en una manifestación tras ser detenida en 2016.
La alcaldesa Montse Venturós en una manifestación tras ser detenida en 2016.larazon

Montse Venturós la mantuvo en el Consistorio durante los comicios de 2015 y 2016

La alcaldesa de Berga, Montse Venturós (CUP) ha sido condenada a seis meses de inhabilitación para el ejercicio de su cargo como primer edil de esta localidad barcelonesa por un delito de desobediencia al no haber descolgado la «estelada» de la fachada municipal en las elecciones autonómicas y generales de 2015 y 2016 pese al requerimiento de la Junta Electoral.

En la sentencia, que se puede recurrir ante la Audiencia de Barcelona, la titular del juzgado de lo penal número 2 de Manresa (Barcelona) impone a la alcaldesa la pena de inhabilitación solicitada por la Fiscalía, al considerar que Venturós no podía alegar que cumplía un mandato del pleno para no retirar la «estelada». De hecho, la ley obliga a proteger la «neutralidad política» de los poderes públicos durante los periodos electorales.

En el juicio, celebrado el pasado 21 de mayo, Venturós, que llegó a ser detenida por los Mossos d’Esquadra en noviembre de 2016 por plantar en dos ocasiones al juez que la investigaba por desobediencia, alegó que la «legitimidad popular está por encima de la legalidad establecida».

La sentencia también condena a la primer edil a una multa de 540 euros, como pedía la Fiscalía, y a pagar las costas del procedimiento. La juez resalta en su resolución que ha impuesto a Venturós la pena mínima en este tipo de delitos y advierte a la alcaldesa de que si no paga la multa impuesta se le podría aplicar una privación de libertad, localización permanente o trabajos en beneficio a la comunidad.

Queda por ver ahora qué hará Montse Venturós: si presentará un recurso de apelación ante la Audiencia de Barcelona para tratar de ganar tiempo y agotar su mandato con vistas a las elecciones municipales de 2019; si acatará la resolución; o bien si optará por la desobediencia.

En declaraciones a Europa Press, su abogado, Benet Salellas, lamentó que la sentencia no entre en el fondo del debate que plantearon en el juicio: si debe prevalecer la voluntad municipal frente a otras decisiones de órganos que no tienen «tanta legitimación».

La sentencia también remarca que la negativa de la alcaldesa a cumplir con las órdenes de la Junta Electoral para que retirara la «estelada» de la fachada del Ayuntamiento durante las campañas electorales de 2015 fue «franca, clara, patente, indudable, indisimulada, evidente e inequívoca».

En este sentido, la juez subraya que Venturós reconoció de forma «clara y manifiesta» en su interrogatorio haber recibido las notificaciones de la Junta Electoral y que no les dio cumplimiento «partiendo de la consigna de partido de hacer caso omiso a todo lo que viniera de los tribunales y juzgados españoles, independientemente de que se pudiera recurrir».

«No lograrán hacernos callar», señaló ayer el portavoz adjunto de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, en apoyo a Montse Venturós y a la CUP.