Cataluña

La ANC y Òmnium llevarán sus protestas a la final de Copa del Rey

Las entidades piden a los aficionados del Barça que acudan al partido con camisetas amarillas en defensa de los presos

Imagen de la manifestación independentista del pasado domingo
Imagen de la manifestación independentista del pasado domingolarazon

Las entidades piden a los aficionados del Barça que acudan al partido con camisetas amarillas en defensa de los presos.

Aunque las relaciones entre la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural pasan por horas bajas, lo cierto es que han encontrado un tradicional objetivo para unirse: la politización de la final de la Copa del Rey. Como cada año, la ANC y Òmnium, que reconocen en el Barça un actor capital para proyectar el independentismo de cara al exterior, volverán a plantear nuevas protestas en este partido. Sendas entidades plantean esta nueva acción como una vía más para dar visibilidad internacional al conflicto, ya que será un partido que obtendrá gran proyección y, sobre todo, un gran valor simbólico al ser el título por excelencia del Jefe del Estado.

Ambas entidades pidieron ayer, a través de un comunicado, que los aficionados del Barça lleven camisetas amarillas o la segunda equipación del club que tiene los colores de la «senyera» con el objetivo de protestar contra el Estado por los políticos presos. Será, según especificaron las dos organizaciones, contra el Gobierno, jueces, cuerpos de seguridad y medios de comunicación. «El color amarillo es símbolo de libertad y es una manera respetuosa, plástica y efectiva de pedir dentro del estadio la liberación de todas las personas presas y exiliadas por motivos políticos», afirmaron en la nota informativa. Asimismo, también dieron consignas a los aficionados y pidieron que toda la simbología amarilla se muestre principalmente cuando suene el himno español y sugirieron que esa camiseta amarilla la lleven puesta por debajo de la azulgrana.

Así, esta idea de las dos entidades independentistas se unen a las acciones que ya reclamaron hace un par de días una cuarentena de peñas barcelonistas, que impulsaron, a través de un comunicado, una campaña para que los aficionados vayan con amarillo a la final: «El amarillo y el azulgrana serán nuestros colores».

Aunque en esta ocasión todo parece ceñirse a los colores, el independentismo ya cuenta con escarmientos judiciales por haber orquestado otro tipos de protestas más estridentes. Es el caso de la final de Copa del Rey de 2015, en la que se promovió una pitada al Monarca cuando sonara el himno desde diversas entidades separatistas y eso, finalmente, se tradujo en el castigo a Salvador Espot, líder de Catalunya Acció, que acabó condenado con una multa de la Audiencia Nacional por injurias a la Corona y ultraje a España. El presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, pidió ayer a la parroquia culé que disfrute del partido de un modo «pacífico» y reclamó «respeto a los símbolos identitarios», como el himno español. «Quiero pensar que cuando, de manera mayoritaria, nuestra afición se ha expresado silbando, no lo ha hecho por menospreciar ningún símbolo, sino en protesta por determinadas actitudes contra el pueblo de Cataluña en los últimos años», zanjó el presidente del Barça en una comparencia de prensa.

SCC se va a contrarrestar a Puigdemont en Berlín

El presidente de Societat Civil Catalana (SCC), Jose Rosiñol, afirmó en Berlín (Alemania) ayer que su asociación mantendrá una «relación intensa con los medios de comunicación alemanes» con objeto de contrarrestar el impacto en la opinión pública germana del relato independentista sobre el conflicto en Cataluña. «SCC va a tener una estructura estable en Alemania que va a tener contactos intensos con los medios de comunicación de este país para dar otra versión de lo que ocurre en Cataluña», dijo Rosiñol.