La Audiencia avala que Barnaclínic atienda a sus pacientes en el Clínic

Barnaclínic, el ala privada del Hospital Clínic, podrá seguir atendiendo a sus pacientes en la misma ubicación porque no supone competencia desleal para el resto de centros sanitarios privados ni hace un uso ilícito de los recursos públicos del Clínic para su propio beneficio. Así lo resolvió ayer la Audiencia de Barcelona, tras desestimar la denuncia contra Barnaclínic presentada por la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES), la patronal del sector sanitario privado.

En 2013, la ACES inició la cruzada contra esta clínica al considerar que se aprovechaba de la imagen y el prestigio del Hospital Clínic, así como de sus recursos para captar pacientes. «La utilización de los recursos públicos para la atención privada de pacientes vulnera la Ley de Defensa de Competencia», denunciaron. Además, llegaron a apuntar que el hecho de que el hospital y su clínica privada «compartan ubicación, domicilio, instalaciones y profesionales podría alterar el circuito de los pacientes y las listas de espera».

Pero la audiencia de Barcelona ha desestimado que existan puertas giratorias entre ambas instituciones. Considera que Barnaclínic «forma parte y es un medio propio del Hospital Clínic» y que, por lo tanto no se aprovecha de su prestigio ni hace competencia desleal.

Lo cierto es que la actividad de Barnaclínic siempre ha estado en entredicho pero nunca se ha podido demostrar que utilice las camas ni el resto de recursos del hospital. De hecho, la conselleria de Salud inició en el verano de 2015 una investigación en este sentido y los técnicos del departamento concluyeron que Barnaclínic «no causa discriminación alguna a los pacientes públicos», que «actúa de acuerdo a la normativa» y que sus flujos monetarios están «exhaustivamente controlados por la Sindicatura de Cuentas».

La patronal ACES, presidida por Ignasi Hornos, lamentó a través de un comunicado la decisión del tribunal y aseguró que «seguirá defendiendo los intereses del sector sanitario privado para evitar que el modelo Barnaclínic prolifere.

Según advirtió hace tiempo la patronal, el empleo ilícito de recursos públicos es una práctica extendida en la sanidad catalana: «El Sant Pau o el Sant Joan de Reus son otros dos ejemplos. Cierran plantas para pacientes públicos y las abren para atender a los pacientes que entran por la puerta privada».

ACES adelantó que no se quedará de brazos cruzados ni acatará la sentencia de la Audiencia de Barcelona. Ayer anunció que estudiarán presentar un recurso de casación ante el tribunal Supremos. Rechaza la argumentación del tribunal de que «Barnaclínic como medio propio del Hospital Clínico no se aprovecha de la reputación ni de los recursos del hospital». Y defiende que «en los estatutos de Barnaclínic no consta su condición de medio propio del Hospital Clínic, ni realiza una actividad que sea sustancial ni obligatoria para el Hospital Clínic».