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Sale de la cárcel preventiva el padre de la niña Nadia, condenado por estafa

ha cumplido el límite de prisión provisional

ha cumplido el límite de prisión provisional

Fernando Blanco, el padre de la niña Nadia que fue condenado a cinco años de prisión por estafar a muchas personas por utilizar la enfermedad de su hija para enriquecerse, con donaciones, salió ayer en libertad, según decidió y anunció la Audiencia de Lleida.

Salió casi a las 13.00 horas de la cárcel de Ponent, en Lleida, después de cumplir dos años y medio de prisión preventiva. La condena fue por quedarse, junto a su mujer, Margarita Garau –también condenada–, el dinero de la asociación que crearon para su hija, que está afectada de una enfermedad rara.

La Audiencia de Lleida confirmó la libertad provisional, sin que la sentencia sea firme. No obstante, Blanco no podrá salir del territorio español, y deberá acudir a los juzgados los días 1 y 15 de cada mes. Todo llega después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) informara a la citada Audiencia de la necesidad de volver a redactar la sentencia por no estar de acuerdo con las indemnizaciones a las víctimas que ésta imponía.

Blanco cumplió ya el máximo de tiempo previsto para la cárcel provisional. El Código Penal establece que una persona puede estar en prisión preventiva más de la mitad del tiempo de la condena que se le ha impuesto cuando esta no es definitiva. Este plazo se cumplió precisamente ayer, y de ahí a que ahora toque esperar que la sentencia sea firme.

El penado salió de la cárcel sin hacer declaraciones a los medios, mientras que su abogado, David Peña, preguntado por si su cliente iría a ver a su hija, afirmó que «por supuesto», e insistió en que el padre es «inocente, lleva 30 meses secuestrado».

Agregó que recurrirá al TSJC que ratificaba la pena de cinco años para Blanco, y de tres y medio para la madre, y obliga a la Audiencia de Lleida a redactar su sentencia de nuevo con una individualización de los perjudicados a quienes se tiene que indemnizar y concretar las cantidades, como él reclamaba en la parte de su recurso que fue aceptada. La sentencia consideró que los padres se enriquecieron con 402.232 euros, por lo que tienen que afrontar esta responsabilidad civil.