Barcelona
La Barcelona dibujada
Un libro recupera los dibujos de Josep Maria Blanco, uno de los grandes del cómic, dedicados a la capital catalana.
Un libro recupera los dibujos de Josep Maria Blanco, uno de los grandes del cómic, dedicados a la capital catalana.
Ricard Opisso fue un genio en la recreación de algunos de los momentos de la vida barcelonesa a principios del siglo pasado. Él fue una de las grandes firmas del mítico «TBO» y en esa misma publicación, años después que Opisso, empezó a dibujar otro maestro del cómic, uno de esos artistas que marcan a cualquier lector que se acerca a su trabajo. Él fue el responsable de acometer el nada fácil reto de continuar una de las más exitosas series de «TBO», la protagonizada por la emblemática familia Ulises, la creación de Marino Benejam. Blanco siguió la labor de Benejam cuando ya no pudo más por su avanzada edad.
Ediciones B ha tenido la buena idea de recuperar uno de los trabajos más aplaudidos de Blanco y que parece indudablemente heredero del Opisso dibujante de multitudes. Nos referimos a «Barcelona de Blanco», un álbum en con el que el dibujante recrea con indudable humor y fuerza narrativa algunos de los rincones más conocidos de la capital catalana. La edición que ahora ve la luz es una recuperación de la impresa en 1993, aunque se han incluido algunas láminas que permanecían inéditas hasta la fecha.
Un paseo
Blanco nos propone un paseo por la plaza Catalunya, las Ramblas y su Boqueria o su Liceu, la Sagrada Familia, el Parc Güell, el Tibidabo o el mercado de Sant Antoni. También para su atención hacia sucesos, como el incendio del Liceu, además de recorrer todos los espacios vinculados con el Camp Nou: desde el mismo estadio a la Masia pasando por los alrededores de las instalaciones del F. C. Barcelona.
En el prólogo del libro, firmado por el gran crítico de arte Josep Maria Cadena, nos encontramos algunas pistas sobre la manera de trabajar de Blanco, su forma para afrontar su personalísimo retrato de Barcelona. «Acostumbrado a tomar notas en pequeños papeles y a trabajar con moderados tamaños, no sabía si le era factible llegar a las grandes composiciones, en las que la representación de lugares urbanos muy característicos se combinara con una amplia gama de acciones humanas. Lo probó, insistió y tuvo la certeza de que podía hacerlo», explica Cadena en su texto. Y es verdad que lo logró.
En los dibujos que podemos ver en el libro hay un detallismo arquitectónico en cada uno de los edificios que describe Blanco con su pincel. Pero el protagonismo del museo, teatro o estadio queda a veces solapado por las muchas escenas que ocurren a su alrededor. Es aquí donde Josep Maria Blanco se transforma en uno de los grandes narradores del cómic o, mejor dicho, del tebeo. Por ejemplo, en la plaza del Teatro, uno de los espacios de la Rambla, nos encontramos a dibujantes callejeros tratando de vender su obra, a trileros que estafan a pobres desgraciados con la ilusión de hacer dinero fácil, a esas estatuas vivientes que nos llaman la atención, a echadores de cartas, a carteristas, a una mujer que toma el sol desnuda en un balcón mientras es espiada por su vecino, a un guardia urbano que trata de ayudar a unos turistas despistados... Es decir, la vida o, más concretamente, las muchas vidas de Barcelona, algo que sabe convertir Josep Maria Blanco en un homenaje a su ciudad.
«Barcelona en blanco»
Josep Maria Blanco
EDICIONES B
22,90 euros
✕
Accede a tu cuenta para comentar