Deportes
La Caixa da otro oro a los medallistas de Barcelona’92
José Manuel Moreno invertirá su premio en ir a los JJOO de Tokio con 51 años
José Manuel Moreno invertirá su premio en ir a los JJOO de Tokio con 51 años.
Fermín Cacho, que para información de los «millenials» fue oro en los 1.500 metros lisos de Barcelona’92, apodó a José Manuel Moreno, la primera medalla que ganó España en aquellos Juegos Olímpicos, «el abrelatas», porque demostró al resto de deportistas españoles que se podía subir a lo más alto del podio. Moreno ganó una medalla de oro en ciclismo y eso que unas semanas antes, entrenando con su bicicleta de carretera, una joven de 17 años que había cogido el coche a su padre sin permiso lo atropelló y le lastimó la pierna. Lo recordó ayer en un acto de CaixaBank, la Fundación Bancaria «la Caixa» y el Comité Olímpico Español (COE) para conmemorar el 25 aniversario de la «Libreta de Campeones», un invento de Juan Antonio Samaranch que buscaba estimular y reconocer el esfuerzo y éxito de los deportistas españoles en 1992. ¿Cómo? Con premios que van de los 30.000 a los 600.000 euros por lograr un récord absoluto (nacional, europeo o mundial) o una medalla en un campeonato internacional u olímpica, entre los JJOO de Seúl y Barcelona. Van, en presente, porque los 537 atletas distinguidos no podían cobrar el dinero hasta cumplir los 50 años. La idea era dar seguridad económica a los deportistas.
Ni Moreno, ni Cacho ni Almudena Muñoz, la judoca que consiguió la segunda medalla de oro para España, han llegado a los 50 todavía. Los tres nacieron en 1969. Y los tres protagonizaron un coloquio, moderado por una de las voces olímpicas más reconocibles, Olga Viza, en el acto #campeonesCaixaBank, que reunió a 74 medallistas de Barcelona’92, como los chicos de waterpolo, las chicas de hockey hierba, regatistas como Natalia Vía Dufresne o tenistas como Jordi Arrese.
Moreno, Muñoz y Cacho nacieron en 1969, les queda año y medio para tocar el dinero de la libreta –hasta la fecha sólo 190 han llegado a los 50–. Pueden cobrarlo de golpe o en forma de pensión vitalicia. Y aunque tanto el presidente de la Fundación Bancaria «la Caixa», Isidro Fainé, como el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, incidieron en que esta iniciativa era para incentivar a los deportistas a ganar en Barcelona’92, para la mayoría fue una sorpresa. Cacho se enteró del premio cuando le invitaron al acto para entregar las libretas, dos días después de ganar la medalla. «Pensaba que me iban a dar una agenda», confesó ayer. «Pues yo al llegar al pueblo pregunté a un paisano pudiente: ¿qué hago con la libreta si me quedan 27 años para tocar los 125 millones de pesetas que hay dentro? Me aconsejó guardarla en un cajón y ahora, planeo con mi hijo invertir el dinero en preparme para los JJOO de Tokio», cuenta Moreno. Muñoz, igual que Cacho, quiere dar una buena educación a sus hijos. Uno estudia ingeniería, el otro es un buen tenista. «¡Sería bonito ayudar a mi hijo a ganar una medalla con mi medalla!», exclama.
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