Cataluña

La consulta de Mas vuelve a dividir al PSC en el pleno de Barcelona

La Razón
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El pleno del Ayuntamiento de Barcelona vivió ayer una sesión marcada por la consulta independentista que volvió a poner de manifiesto la división interna del PSC en este ámbito. Hasta el punto que el presidente del grupo municipal socialista, Jordi Martí, y la concejal Montse Sánchez se ausentaron durante la votación de apoyo a la consulta mientras el PSC la rechazaba. El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, por su parte, tiene la intención de poner una alfombra roja a la consulta para que pueda celebrarse en la ciudad con todos los medios posibles.

Así, mientras Martí y Sánchez abandonaban el pleno mientras se celebraba el debate independentista, concejal Gabriel Colomé se quedó al frente del grupo municipal socialista para votar contra la proposición de ERC sobre la fecha y pregunta concreta, una proposición que fue aprobada con el apoyo de CiU, ERC e ICV. Colomé lamentó que «volvemos a hablar de ciencia ficción».

Por su parte, el líder del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández, también mostró su rechazo a la proposición y recordó que «divididos podemos hundirnos» y que «el adversario de Cataluña no es España, sino la crisis económica».

El voto de esta proposición ha recordado a las diferencias en el seno del grupo socialista que ya se manifestaron en la votación de apoyo a la declaración de soberanía aprobada en el Parlament meses atrás. Entonces, Martí se abstuvo mientras su partido votaba en contra. En una segunda votación el díscolo concejal también se ausentó del pleno.

«He tenido que volver a hacer una cosa que me gusta muy poco como romper la disciplina de voto. Hay muchos otros compañeros que no se ven representados con las decisiones que el partido está tomando», afirmó Martí al salir del pleno.

El alcalde, por su parte, aseguró que pondrá «los medios para que se pueda hacer una consulta legal», afirmó Trias en respuesta al presidente del PP municipal. El dirigente popular aseguró que el alcalde entra en «contradicción» cuando defiende una consulta de autodeterminación y, en cambio, niega el «derecho a decidir» de los barceloneses cuando incumple decisiones que adopta la mayoría del pleno.