La CUP abre una nueva guerra contra la Policía

Todo el mundo sabe que la relación entre la CUP y las fuerzas policiales es claramente mejorable. En los últimos años han sido numerosos los desencuentros entre ambas partes. Sin embargo, ayer la formación anticapitalista dio un paso adelante, y en rueda de Prensa en el mismo Ayuntamiento de Barcelona, denció incluso presuntas amenazas por parte de algunos cuerpos policiales.

Todo el mundo sabe que la relación entre la CUP y las fuerzas policiales es claramente mejorable. En los últimos años han sido numerosos los desencuentros entre ambas partes. Sin embargo, ayer la formación anticapitalista dio un paso adelante, y en rueda de Prensa en el mismo Ayuntamiento de Barcelona, denció incluso presuntas amenazas por parte de algunos cuerpos policiales.

Concretamente, la portavoz parlamentaria de la formación, Anna Gabriel, denunció las citadas amenazas recibidas supuestatamente a manos de fuerzas de seguridad. Además, anunció al conseller de Interior, Jordi Jané, de que «si pasa alguna cosa, él será el responsable», en clara referencia a los Mossos d’Esquadra.

Gabriel no especificó ningún cuerpo policial en concreto, pero son evidentes los desencuentros entre la formación e Interior, lo que, en parte, afectó incluso al proceso independentista. Ante este supuesto panorama, la portavoz anticapitalista aseguró que estas «amenazas» provienen de sectores determinados de las «cúpulas sindicales» de las fuerzas policiales, y añadió que Jané debe de «estar alerta» ante las actitudes de policías que, a su juicio, pretenden «acosar cargos electos», en referencia a los concejales de la CUP que han tenido que acudir ante la Justicia.

La Plataforma Profesional de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que es una agrupación intersindical, convocó para el próximo martes una manifestación para reivindicar la «dignidad policial, exigir respeto institucional y denunciar el acoso» que, según dicen, sufren por parte de la CUP. Participarán agentes de los Mossos d’Esquadra, Guardia Urbana, Policía Nacional y Guardia Civil.

Sobre esta manifestación, Gabriel comentó que «estas cosas sabemos como empiezan, pero no sabemos como pueden acabar». Según señaló, diversos miembros de todos los citados cuerpos policiales decidieron abrir esta plataforma con el «objetivo muy claro de señalar espacios políticos concretos», según ella la CUP en Barcelona.

Insistió Gabriel en que esta plataforma «actúa políticamente para acusar a la CUP», y también a la izquierda independentista , «según una cultura policial de modelo represivo, siniestro, autoritario y peligroso». Unas declaraciones que pueden traer cola, tanto por parte de la conselleria de Interior como de los citados cuerpos policiales.

Desencadenada en el mismísmo Consistorio, Gabriel añadió que «esta cúpula sindical atiza el discurso del odio», y alertó de que la «consolidación de un espacio sindicalista ultra es un problema político para todo el país».

El cartel de la convocatoria de la manifestación de la Plataforma Profesional incluye una imagen del concejal de la CUP Josep Garganté y de un policía, a quien le falta un ojo, que se declara «víctima».

Gabriel valoró que esta imagen hace «sátira» de Ester Quintana –la mujer que perdió un ojo por el disparo de una pelota de goma–, y lo consideró un ejemplo de que la Plataforma «también señala a personas que no son cargos electos».

La CUP también emplazó al Síndic de Greuges a analizar las actuaciones de la Guardia Urbana en el juicio al concejal en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Garganté y revisar las de los Mossos, para concluir si los cuerpos policiales «incumplen o no el principio que requiere que se mantengan neutrales».

La concejal en el Ayuntamiento Maria Rovira, que fue denunciada por un agente de la Guardia Urbana junto con su compañera de partido y también concejal Maria José Lecha, consideró que es una denuncia a raíz de la «rabia» de algunos agentes de leste mismo cuerpo policial por la absolución de Garganté. Faltan por ver ahora las reacciones.

Dos arrestos provocaron el malestar de la formación

Han sido varios los desencuentros entre la CUP y los Mossos d’Esquadra y la conselleria de Interior. Pero el más sonado fue el relacionado con Vic. El concejal de la formación anticapitalista en esta población, requerido por la Audiencia Nacional por un presunto delito de sedición, Joan Coma Roura, fue detenido por los Mossos para ser trasladado a la sede judicial de Madrid, donde prestó declaración. Este episodio provocó diversas movilizaciones a lo largo de toda Cataluña, en un caso muy similar a la de la alcaldesa de Berga, Montserrat Venturós, arrestada por colgar la «estelada» en el balcón del Consistorio. Ambos arrestos fueron efectuados por la Policía Autonómica, lo que provocó las quejas de la CUP: Sin embargo, la conselleria de Interior, dirigida por Jordi Jané, recordó que en estos casos los Mossos actuaron como Policía Judicial, por lo que obedecieron órdenes.