La CUP advierte: «Si dudamos, nos arrasará como pueblo la derecha españolista»

El número 3 por Barcelona de la CUP-Crida Constituent, Vidal Aragonés, advirtió ayer de que «si generamos la mínima duda sobre que es necesario avanzar, nos arrasará como pueblo la derecha españolista, que no los españoles, y nos denigrará como clase trabajadora».

El número 3 por Barcelona de la CUP-Crida Constituent, Vidal Aragonés, advirtió ayer de que «si generamos la mínima duda sobre que es necesario avanzar, nos arrasará como pueblo la derecha españolista, que no los españoles, y nos denigrará como clase trabajadora».

En rueda de prensa ante el Mercat del Centre de Cornellà de Llobregat, reiteró que la CUP no ve posible una vía bilateral con el Estado, y ha advertido a otras fuerzas soberanistas de que la gente que votó el 1-O «no se merece un paso atrás» en la construcción de una república. El candidato mostró su solidaridad con los dirigentes que han estado en prisión y los que todavía lo están, pero dijo que esa solidaridad «no irá acompañada del hecho de no decir lo que toca hora», que es la implementación de la república.

Preguntó a ERC y JuntsxCat con «quién» quiere hablar de bilateralidad, señalando que ya les gustaría que fuera posible, y señaló a los comunes que una reforma de la Constitución es inviable por las mayorías parlamentarias que son necesarias. Aragonés afirmó que avanzar en la construcción de la república es la «única alternativa», y afirmó que no coincidirá con quienes no quieran ir en ese sentido.

La CUP-Crida Constituent propueso un modelo fiscal progresivo y «justo» en el que aporten más las rentas altas y se rebaje la presión a las bajas, un sistema que ha considerado que es factible y se implanta en otros países. Aragonés remarcó que es una propuesta que ya hizo la CUP para los Presupuestos de la Generalitat de 2017, y preguntó a ERC y comunes si no están de acuerdo con una fiscalidad progresiva. En su programa electoral, la CUP impulsa una reforma fiscal progresiva que grave las rentas del capital, que el IRPF sea «realmente un impuesto fiscal progresivo» y reforzar los impuestos sobre transacciones, patrimonio y donaciones donde el esfuerzo sea de los que más tienen.