La CUP despierta recelos entre los socios del Govern

La moción que la CUP registró hace diez días para ratificar la declaración rupturista del 9-N y que la Mesa del Parlament deberá decidir hoy si tramita o no ha hecho aflorar suspicacias entre los socios de CDC, ERC y los antisistema. Con esta moción, la CUP pretende que su perfil ideológico no se diluya tras la alianza con Junts pel Sí. En cambio, pone en un aprieto a CDC, que en su día avaló esta declaración rupturista como un gesto hacia la CUP, aunque después no sirviese para facilitar la investidura de Artur Mas.

La declaración que anunciaba el inicio del proceso de creación del estado catalán independiente en forma de república y llamaba a desobedecer a las instituciones españolas, especialmente, al Tribunal Constitucional, se ha convertido en una piedra en el zapato de CDC. Sobre todo, ahora, que en pleno proceso de refundación, vuelve a hablar de referéndum de autodeterminación.

El giro hacia una postura más moderada preocupa a ERC y la CUP. Convergència niega dar un paso atrás en su camino hacia la independencia. Asegura que la hoja de ruta está vigente, aunque alega que siempre ha estado abierta a celebrar un referéndum. Para no dar la razón a sus socios CDC da la vuelta al calcetín al discurso de la CUP. Tras lo ataque de la portavoz del Govern, Neus Munté, y de la de CDC, Marta Pascal, ayer se sumó Francesc Homs. El líder convergente en el Congreso, que siempre ha tenido una relación difícil con la CUP, le acusó de actuar de forma partidista y de buscar «discusiones ridículas entre independentistas» con la moción para forzar a Junts pel Sí a ratificar la declaración rupturista.

En una entrevista con Europa Press preguntó a la CUP si «¿busca convencer a la gente que no está convencida o poner en contradicciones a los que estamos convencidos?». Homs preguntó también si es una estrategia para buscar un rédito partidista y marcar distancias. Y si es así, es porque los antisistema dudan del proceso.

Unió reta a CDC a plantar cara a la CUP

El secretario general de Unió, Ramon Espadaler, retó ayer a los diputados de CDC en el Parlament a que, si quieren hacer «creíble» su «retorno a la centralidad», voten an contra de la moción de la CUP. En una entrevista con Efe, defiende que tienen una oportunidad para desmarcarse de los posicionamiento más radicales.