La CUP no fija el RUI como línea roja a Puigdemont

Los anticapitalistas dan un respiro al Govern al no situar el referéndum unilateral como condición «sine qua non» para apoyar la moción.

La CUP dio ayer un respiro a ERC y CDC, cuya relación en el Govern se había tensado durante la campaña electoral y a consecuencia de la idea de la CUP de plantear una cumbre de partidos para debatir la posibilidad de incluir un referéndum unilateral (RUI) de independencia en la hoja de ruta soberanista. A Convergència el RUI le provoca dentera. Pero ERC no ve mal el referéndum si tiene que servir para reunificar al soberanismo. Para mayor dolor de cabeza para los convergentes, la Asamblea Nacional Catalana apoya el debate. Pese a tener más apoyos que detractores, la CUP matizó ayer que el RUI no será una línea roja para dar apoyo a la cuestión de confianza a que el president de la Generalitat se someterá tras la Diada.

Lo dijo nada más ni nada menos que la portavoz de la CUP en el Parlament, Anna Gabriel, del ala «cupaire» más proclive a deshacerse de CDC y forjar una alianza de izquierdas. En declaraciones a Catalunya Ràdio, precisó que la idea de celebrar el referéndum unilateral de independencia no será condición «sine qua non» para negociar el apoyo de la CUP a la cuestión de confianza que plantee Puigdemont.

Cuestión de confianza

La moción no es una simple cuestión de confianza, irá acompañada de una revisión de la hoja de ruta soberanista, que el Govern de Junts pel Sí considera alterada tras el «no» de la CUP a las cuentas de la Generalitat y de una propuesta presupuestaria para 2017. El president de la Generalitat no quiere volver a pasar por el calvario de depender de los anticapitalistas para sacar adelante los presupuestos de 2017 en caso de superar la cuestión de confianza, más cuando el próximo año ya no se pueden prorrogar más las cuentas.

Gabriel explicó que aunque el RUI no es imprescindible para obtener el apoyo de su grupo a la cuestión de confianza, «sí que es una forma de culminar la hoja de ruta» y «marcar el punto de unilateralidad». La diputada de la CUP ve en la moción una buena oportunidad para visualizar la puesta en escena de cómo culminar la legislatura y el proceso abierto.

Desde Esquerra, su portavoz, Sergi Sabrià, aplaudió la decisión de la CUP de no poner esta condición para respaldar la cuestión de confianza. «No tendría sentido que entre soberanistas se pusieran líneas rojas», comentó.

En un intento de convencer a la CUP, defendió que la hoja de ruta del Govern de Junts pel Sí «ya tiene un punto de ruptura»