Cataluña
La defensa del Ebro también se instrumentaliza para servir al independentismo
Las entidades soberanistas engrosan la protesta al fletar más de la mitad de los buses
La ONU sostiene que las guerras del futuro no serán por petroleo. La falta de agua será lo que termine enfrentando a las naciones, que ya empiezan a notar las consecuencias de la disminución de sus caudales de abastecimiento.
En Cataluña, las Tierras del Ebro están «amenazadas» por el nuevo trasvase aprobado por el Gobierno a principios de año, que podría dejar el tramo final del río sin el caudal suficiente para garantizar la supervivencia del ecosistema del delta. Con esta reivindicación la Plataforma de Defensa del Ebro (PDE) consiguió movilizar a más de 50.000 personas ayer en Amposta, venidas de otros puntos de Cataluña y también de Valencia y Aragón. Coreando al unísono «el río es vida», los manifestantes colapsaron la localidad tarraconense, por lo que apenas pudieron avanzar en el recorrido previsto.
Pero lo que se preveía una reclamación legítima en contra de la explotacion del agua, acabó convirtiéndose en una treta más para reclamar la independencia.
De hecho este era uno de los miedos de la PDE y por lo que tardó tanto en convocar una marea azul como la que se creó con el Plan Hidrológico que pactaron Aznar y Convergència en el año 2000. Conscientes de la complicada coyuntura política en Cataluña, que encadena unas elecciones detrás de la otra, querían evitar la instrumentalización partidista de su protesta, pero ayer quedó patente que no lo han conseguido. Las entidades independentistas Asamblea Nacional Catalana (ACN), Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), fueron responsables de que se desviara la protesta inicial. Fletaron 59 de los 110 autocares que llegaron a Amposta y llenaron sus calles de banderas independentistas y republicanas.
Algunos representantes políticos que asistieron –el PP y C’S fueron las únicas formaciones que no se sumaron a la protesta– también transformaron el Plan de la Cuenca del Ebro en una nueva afrenta del Estado a Cataluña. Oriol Junqueras, vicepresidente del Govern, aseguró que defender el Ebro «es una cuestión de país» y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, fue incluso más allá. Tuiteó que defender el río es «defender la soberanía del territorio». Josep Rull, conseller de Territorio; Xavier Domènech, de En Comú Podem; Assumpta Escarp, del PSC; y Ramón Espadaler, secretario general de Unió, fueron otros políticos que participaron en la manifestación. Resultó curioso ver a dirigentes de CDC cuando hace 16 años propiciaron el macrotrasvase del Ebro junto al PP.
El nuevo Plan Hidrológico aprobado por el Ministerio de Agricultura prevé la construcción de medio centenar de pantanos nuevos «haciendo oídos sordos de la improcedencia de embalses superfluos que dicta la UE», argumenta la PDE. La plataforma anti trasvase se queja de que tampoco se han tenido en cuenta las recomendaciones comunitarias para que no se incentiven los usos intensivos de agua (se prevén 465.000 hectáreas nuevas de regadío, que se añadirán a las 950.00 existentes en el anterior plan hidrológico aprobado por el gobierno de Aznar). Pero el principal argumento movilizador es el caudal ecológico para el tramo final del río que prevé el nuevo proyecto. Critican que rebaja el volumen hasta los 3.000 hectómetros cúbicos, lo que «pone en peligro el espacio natural del delta del Ebro».
Visita de la UE a las tierras del Ebro
Una delegación de eurodiputados de la Comisión de Peticiones del Parlamento europeo visitará hoy el delta para conocer sobre el terreno la situación de las cuenca hidrográfica del Ebro. Posteriormente visitarán Talavera de la Reina para hacer lo propio con el Tajo y evaluar el cumplimiento de la normativa comunitaria sobre medioambiente y gestión de aguas. Además de reunirse con la PDE, conversarán con arroceros, pescadores, ornitólogos y ambientalistas.
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