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La empresa desperdicia el talento femenino

Las mejores estudiantes de Cataluña tienen nombre de mujer, pero ¿qué pasa con ellas?

Cuando acabó los exámenes de Selectividad, en los que obtuvo una nota de 9,86 –se quedó sólo a cuatro centésimas del 9,9, la mejor nota–, Clara Buscail se fue con su amigas de viaje de fin de curso a Italia. Se lo pasó en grande y al volver se presentó a las pruebas para obtener el Premio Extraordinario de Bachillerato.
Cuando acabó los exámenes de Selectividad, en los que obtuvo una nota de 9,86 –se quedó sólo a cuatro centésimas del 9,9, la mejor nota–, Clara Buscail se fue con su amigas de viaje de fin de curso a Italia. Se lo pasó en grande y al volver se presentó a las pruebas para obtener el Premio Extraordinario de Bachillerato.larazon

Anna, Maria, Mònica, Ivet, Rosa y Claudia. Son las estudiantes que sacaron las mejores notas de las pruebas de Selectividad en las dos últimas ediciones.

Anna, Maria, Mònica, Ivet, Rosa y Claudia. Son las estudiantes que sacaron las mejores notas de las pruebas de Selectividad en las dos últimas ediciones. Las cuatro primeras sacaron un 9,8 en 2017 y este año, Rosa y Claudia se quedaron a una décima del 10. Aunque el interés de las niñas por las ciencias es menor que el de los niños, las seis vienen del bachillerato científico o tecnológico. Igual que Laia y Clara. Las dos se quedaron a pocas décimas –en el caso de Clara a tres centésimas–, del 9,9 en Selectividad. Pero para ahorrarse las tasas universitarias durante el primer año de estudios, uno de los premios que se llevan las mejores notas, tenían otra oportunidad: los Premios Extraordinarios de Bachillerato.

Son unas pruebas que el departamento de Ensenyament organiza quince días después de los exámenes de Selectividad y que reconocen a los mejores alumnos de Cataluña. Además de no pagar las tasas unversitarias el primer año de carrera, los ganadores se llevan una plaza gratuita en la Escuela Oficial de Idiomas y un «stage» en un centro de investigación de referencia. Se presentaron 654 alumnos con una nota igual o superior al 8,75 en bachillerato. La semana pasada el conseller Josep Bargalló entregó el premio a los 44 ganadores, 30 eran chicas.

Las mejores estudiantes de Cataluña tienen nombre de mujer. Sin embargo, las mujeres españolas tienen que trabajar 52 días más al año para recibir el mismo salario que los hombres. Además, tienen más dificultades para alcanzar puestos de trabajo más cualificados como demuestra que de los 609 consejeros delegados existentes en Europa dentro de las grandes empresas, sólo 36 son mujeres. Son datos de un informe publicado recientemente por Oxfam que lleva por título «Voces contra la precariedad: mujeres y pobreza laboral en Europa». Otro estudio más que vuelve a demostrar la triple precariedad que sufren las mujeres: sueldos más bajos, más paro y más jornadas parciales.

La ley obliga a los hombres y mujeres a pagar lo mismo «por un trabajo de igual valor». Pero según datos del Eurostat, la agencia de estadística de la Unión Europea, en España la brecha salarial por hora trabajada es del 14,2% y la brecha salarial anual del 23%. La contratación a tiempo parcial explicaría la diferencia entre ambos números. Una de cada cuatro mujeres trabaja a media jornada, mientras que sólo el 8% de los hombres tiene un contrato a tiempo parcial.

La respuesta es sí, la maternidad y el reparto de las tareas en el hogar influyen en el tipo del trabajo y jornada laboral que tienen las mujeres y, por lo tanto, en la brecha salarial. La doctora en Antropología Social, Diana Marre, recuerda que las mujeres dedican dos horas más al día que los hombres al cuidado de los hijos y otras tareas del hogar. Y advierte de que según el último informe del Foro Económico Mundial de 2016, pese a que el 60% de las personas con estudios de licenciatura son mujeres, la tasa de empleo femenina es 10 puntos menor que la masculina. También destaca que «la presencia femenina disminuye de manera proporcional al aumento de la categoría profesional, de manera que sólo un 14% de los puestos de alta dirección los ocupan mujeres». Asimismo, «las mujeres sin hijos tienen más posibilidades de incrementar su salario».

El debate sobre el cambio de hora, puede hacer de palanca de cambio para que las empresas premien la productividad y no las jornadas largas. Y para que España adopte unos horarios más racionales que ayuden a conciliar. Las mujeres han demostrado su valía. Clara y Laia son un ejemplo. Ahora, el turno es de otros.