El desafío independentista

La Generalitat boicotea al Rey en la academia militar de Talarn

El Rey, ataviado con el uniforme de Capitán General del Ejército, condecora a uno de los sargentos que se licenciaron ayer en Talarn, Lérida. Foto: Efe
El Rey, ataviado con el uniforme de Capitán General del Ejército, condecora a uno de los sargentos que se licenciaron ayer en Talarn, Lérida. Foto: Efelarazon

En los últimos años, la entrega de despachos de sargentos de la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn (Lleida), con la presencia de Felipe VI, se ha convertido en un nuevo foco de propaganda independentista. Y ayer no fue una excepción. A la habitual ausencia de representantes de la Generalitat en el acto se sumaron los alcaldes de la comarca. Por si eso fuera poco, la alcaldesa de Tremp (ERC) se negó a retirar los lazos amarillos del espacio cultural La Lira, donde iba a tener lugar esta semana el tradicional concierto que organiza la Academia de Talarn.

La alcaldesa, Pilar Cases, justificó su decisión con la negativa del Rey a reunirse en su día con el presidente del Parlament, Roger Torrent, y su antecesora, Carme Forcadell, en prisión por su participación en el proceso independentista. La alcaldesa, no obstante, hizo especial hincapié en que en ningún caso rompían relaciones con la academia. Y lo hizo consciente de la importancia estratégica que tienen estas instalaciones para la economía de la comarca. Además de la de Tremp, se han unido al plante otros alcaldes de municipios como Pobla de Segur y Sarroca de Bellera, mientras que sí estuvo presente el de Talarn, Àlex García, perteneciente a una agrupación local.

Esta es la cuarta visita que Felipe VI realiza a Cataluña en lo que va de año. La tres primeras fueron la inauguración del Mobile World Congress, la del Salón del Automóvil y la entrega de premios de la Noche de la Logística, ocasión esta última que aprovecho para celebrar audiencias con empresarios y representantes de la saciedad civil catalana. Esta cuarta visita del Monarca se encuadra asimismo en una estrategia de reforzar la presencia del Estado en la región y tuvo un especial carácter oficial al tratarse de la entrega de despacho a 458 suboficiales, 26 de ellos mujeres. Acompañaron a Felipe VI ayer en Lérida el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, general Francisco Javier Valera y la delegada del Gobierno en Cataluña Teresa Cunillera.

La Generalitat, como ya sucedió en 2018, no ha enviado a ningún consejero a la ceremonia. Otra de las tradiciones que se han roto este año es una, instaurada en 1980, en la que se regalaba una réplica de la espada de Jaime I el Conquistador al número uno de la promoción. Torra este año ha decidido regalar un ejemplar del libro «Imago Catalonieae. Mapas de Cataluña» que reproduce mapas históricos de esta región. Se da la circunstancia de que el número uno de la promoción que recibió sus despachos ayer fue un sargento de origen ucraniano llamado Bogdan Davygora. Tal y como recordó el coronel Ricardo Salgado, son ya 45 años de historia los que tiene la Academia en los que se han licenciado cerca de 27.000 sargentos. El punto y final de la jornada de ayer en esta localidad leridana se vivió cuando el Rey gritó el tradicional «rompan filas» y los licenciados lanzaron sus gorras al aire al tiempo que gritaban el lema de la Academia: «A España servir hasta morir».