Barcelona

La Generalitat pone TV3 a su servicio para minimizar el acoso de los «trabucaires»

Jaime Gelada, en el centro de la imagen, acompañado de Alberto Fernández y Alberto Villagrasa
Jaime Gelada, en el centro de la imagen, acompañado de Alberto Fernández y Alberto Villagrasalarazon

48 horas después de trascender la denuncia del concejal del PP en Cardedeu (Barcelona) Jaime Gelada por sentirse víctima de un fusilamiento simulado de los «trabucaires» de su municipio, TV3 se hizo eco ayer de la noticia. Los comunicados realizados por el PP durante el fin de semana no merecieron la atención de los informativos de la cadena pública y no fue hasta ayer cuando la cadena abordó el asunto en el «Telenotícies» de mediodía. La denuncia presentada por Gelada ante la Fiscalía Superior de Cataluña por «acoso e intimidación» despertó el interés de TV3, que informó de la denuncia del concejal del PP y, a continuación, explicó que los «trabucaires» de Cardedeu admitieron que «pararon más tiempo de lo normal frente al domicilio» de Gelada. «Nosotros intimidamos poco. Quien nos conoce ya sabe que somos gente que no buscamos ningún tipo de violencia ni confrontación», explicó Miquel Pujades, vicepresidente de la colla de Trabucaires, durante la noticia de TV3 en la que se dedica el 48 por ciento del tiempo (37 segundos de los 76 segundos de duración a ofrecer la versión de esta entidad.

Gelada explicó que ha presentado la denuncia «por temor a que los hechos queden impunes» y subrayó que sólo persigue «que haya respeto y no se traspasen líneas rojas». El concejal de Cardedeu acudió a la Fiscalía acompañado del líder municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández. «No son hechos puntuales y excepcionales en Cataluñas. Y no es una gamberrada, es una verdadera intimidación que debe tener la respuesta judicial pertinente», afirmó Fernández a las puertas de la Fiscalía.

El líder municipal del PP en Barcelona subrayó la gravedad de los hechos ocurridos en el transcurso de la fiesta mayor de Cardedeu. «Se produjo ante el domicilio particular de Jaime Gelada, en presencia de su familia, hecho que agrava la situación», dijo. Y añadió que «toda discrepancia política y posición ideológica es legítima, pero defender una opción desde la amenaza o la intimidación no tiene ningún tipo de consideración y merece toda la reprobación, incluso la penal».

Pero lo cierto es que la condena de este simulacro de fusilamiento denunciado por el PP únicamente ha merecido la solidaridad sin matices de Ciutadans, ya que el PSC se quedó a medio camino. «No lo hemos tratado. No podemos saber si hubo mala intención. Lo condenaremos sin paliativos si se demuestra que la hubo», dijo la portavoz de los socialistas catalanes, Esther Niubó.

La alcaldesa de Cardedeu, la convergente Calamanda Vila, consideró que el concejal del PP ha actuado «desmedidamente» por haber denunciado a los «trabucaires», aunque Gelada insiste en que «fue una sensación de fusilamiento total, independientemente de que el arma apunte a una persona o no», dijo en alusión a las salvas de trabucos disparadas ante su balcón.

Distintos puntos de vista

La alcaldesa dijo que no aprueba el comportamiento de los «trabucaires» de Cardedeu por actuar de forma molesta ante el domicilio de un concejal que no les es próximo a nivel ideológico, pero insistió en que Gelada no debía haber llegado tan lejos.

La consejera de Bienestar y Familia, Neus Munté, por su parte, tan siquiera dio un leve tirón de orejas a los «trabucaires», quienes, subrayó, «forman parte de la normalidad de las fiestas mayores de Cataluña». «Las cosas toman una dimensión que no toca y que quizá se produce porque es verano, pero creo que no vale la pena perder demasiado el tiempo», dijo.

Respecto a la denuncia del concejal del PP, Munté optó por no decir que todo el mundo tiene derecho a acudir a la Justicia, pero insistió en que «las cosas se han salido de madre».

En realidad, el PP opina lo mismo pero en un sentido diferente. Cree que las cosas han llegado, en efecto, demasiado lejos, pero en cuanto al todo vale contra los populares. «Se ha producido un incremento de insultos y de amenazas a cargos electos del PP y a las sede del PP. Por ejemplo, nuestra sede en el distrito de Les Corts de Barcelona ha sufrido 25 ataques en los últimos cinco años y muchos han sido en los últimos meses», dijo Alberto Fernández.