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La Generalitat vuelve a dejar sin pagar las recetas a las farmacias

La Razón
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Aunque es la enésima vez que sucede, el impago de la Generalitat a las farmacias no deja de ser noticia. Un mes más, el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) incumplió ayer su compromiso y no pagó las recetas que las farmacias dispensaron en el mes de diciembre. La situación que atraviesa el sector es desesperante. Según informó el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña, esta vez el CatSalut no ha abonado los 112 millones de los medicamentos que se recetaron en diciembre. Esta falta se traduce en que el gobierno catalán acumula una deuda de dos meses a las farmacias.

Los farmacéuticos catalanes tienen pendiente el cobro de 108 millones de euros más, correspondientes a las recetas que se dispensaron en noviembre. La factura la tendrían que haber cobrado el pasado 5 de enero. El Consejo de Farmacéuticos teme que si, tal y como ocurrió con la factura del pasado mes de octubre, que la cobraron este 30 de enero, las farmacias sumen dos meses de deuda por las recetas dispensadas en noviembre y diciembre.

Promesas rotas

La historia se repite, pese a que la Generalitat se comprometió por escrito a regulizar sus pagos este año, después de un «annus horribilis» en 2013.

Según se encargó de informar el Colegio de Farmacéuticos, 2014 arranca con demoras de 55 días para hacer efectivos los cobros, respecto a la fecha a la que se había comprometido a pagar el gobierno catalán.

El año pasado, los farmacéuticos bajaron las persianas y salieron a la calle para protestar, tras acumular una deuda de 416 millones de euros correspondientes a dos meses de 2012 y uno de 2013. Asfixiadas por la deuda, al menos catorce negocios cerraron para no seguir endeudándose, aunque alguna de ellas mantiene todavía la licencia.

La imagen de los farmacéuticos protestando en la plaza Sant Jaume, ante el Palau de la Generalitat, y en la calle Mallorca, ante la Delegación del Gobierno, llevó al Ejecutivo de Mariano Rajoy a mover ficha.

La deuda de la Generalitat con las farmacias se convirtió en una arma entre los gobiernos de Mas y Rajoy. El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, denunció que la Generalitat «no puede pagar» y que el Gobierno «puede y no quiere».

Pero la manifestación de los farmacéuticos sirvió para que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, moviera ficha y se hiciera cargo de la deuda a través del plan ICO (Instituto de Crédito Oficial) Proveedores y del Fondo de Liquidez Autonómica, el conocido popularmente como FLA.