Déficit público

La Generalitat y Acciona formalizan la venta de Aguas Ter-Llobregat

El Govern ingresará 1.000 millones para tratar de cumplir con el déficit

La desaladora de El Prat, en la imagen, será gestionada a partir de ahora por Acciona
La desaladora de El Prat, en la imagen, será gestionada a partir de ahora por Accionalarazon

A falta de apenas 12 días para que acabe el año, la Generalitat tiene desde ayer 300 millones menos de déficit, 1.000 si se cuenta el montante de la operación, tras formalizar la privatización de Aguas Ter-Llobregat (ATLL). El consorcio liderado por Acciona abonó los 298 millones correspondientes al primer tramo y asumirá la gestión de la compañía a partir del próximo día 1.

La operación está cuantificada en 1.000 millones de euros, 300 de los cuales se han abonado en el momento de la formalización del contrato, mientras que los 700 millones restantes se desembolsarán de manera progresiva durante los 50 años de concesión. La operación se cierra, además, el mismo día en que el conseller de Territorio, y responsable de la privatización, Lluís Recoder deja su cargo en pos de Santi Vila. Por lo que, fue el secretario general de Territorio y Sostenibilidad en funciones, Pau Villòria, quien dio el visto bueno final a la privatización junto con el presidente de Acciona Agua, Luis Castilla.

La filial Acciona Agua y el banco de inversiones brasileño BTG Pactual, con el 39 por ciento de la propiedad cada uno, junto a varios empresarios barceloneses proveerán el agua de unos cinco millones de catalanes que viven en Barcelona y su área de influencia. La compañía gestionará dos grandes potabilizadoras (Abrera y Cardedeu), dos desalinizadoras (Prat del Llobregat y Tordera), varias estaciones de implosión, depósitos y más de 900 kilómetros de cañerías.

En un principio, la Generalitat pretendía captar una cantidad inicial de 400 millones de euros y otros 600 millones durante el período que durase la concesión de ATLL, que ha multiplicado por siete su deuda desde 2005 hasta situarla en unos 663 millones de euros. En cualquier caso, los ingresos de esta privatización suponen un balón de oxígeno para la Generalitat y su déficit.

La firma de la concesión, sin embargo, no cierra por completo la privatización. La otra empresa interesada en hacerse con la ATLL, Agbar, presentó un recurso ante los tribunales pendiente de resolver. A su juicio, la adjudicación no ha sido todo lo transparente que cabría esperar y, por ello, han presentado hasta tres alegaciones para conocer la documentación presentada por Acciona. Recoder se ha negado en redondo a enseñar a Agbar la oferta económica de su rival, a pesar de los requerimientos del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.