Barcelona

La gerente del PSC admite contratos con la agencia que espió a Sánchez-Camacho

La gerente del PSC, Lluïsa Bruguer, en el medio de la imagen, acudió al juzgado sin lacompañía de miembros del partido, a petición propia
La gerente del PSC, Lluïsa Bruguer, en el medio de la imagen, acudió al juzgado sin lacompañía de miembros del partido, a petición propialarazon

La gerente del PSC, Lluïsa Bruguer, admitió ayer ante la juez que su partido contrató «diversos servicios de seguridad interna» a la agencia de detectives Método 3, pero que entre ellos no estaba el espionaje sobre el almuerzo mantenido entre la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez–Camacho, y la ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, en el restaurante La Camarga de Barcelona.

La dirigente socialista declaró durante pocos más de 20 minutos y, a petición propia, no acudió acompañada por nadie de la cúpula del partido, para «evitar el espectáculo mediático». Ante la juez, Bruguer sostuvo que era la responsable de aprobar todas las facturas del partido, y aseguró que «no me consta que haya habido ningún encargo para espiar a Sánchez–Camacho ni que se emitiera ninguna factura vinculada a este episodio».

La vía que investiga la Fiscalía es muy diferente. El fiscal anticorrupción Emilio Sánchez–Ulled, mostró ayer durante el interrogatorio a la ex directora de seguridad de Método 3, Elisenda Villena, pruebas y documentos que probarían que el encargo a esta agencia de detectives de espiar el citado almuerzo se hizo desde el PSC. Según el Ministerio Público, existen numerosos correos electrónicos a nombre del partido socialista que probarían este encargo.

Registro policial

Fuentes de la Fiscalía aseguraron a LA RAZÓN que todas las pruebas contra el PSC proceden de la irrupción, por orden judicial, de la Policía Nacional el 19 de julio en la sede del partido socialista, donde se entregó el auto de imputación a Bruguer, y le incautaron el ordenador para buscar pruebas de que el PSC encargó grabar la conversación entre Sánchez–Camacho y Álvarez.

Tras su declaración, Bruguer quiso evitar el contacto con los medios de comunicación y salió del juzgado de instrucción 14 de la Ciudad Judicial por una salida diferente a la habitual, aunque su defensa justificó esta decisión porque la dirigente socialista quería gestionar con la Policía Nacional la devolución de su ordenador personal.

Según Bruguer, el PSC mantuvo una relación «profesional» con Método 3, por el encargo de de varios trabajos relacionados con la seguridad de la sede del partido en la calle Nicaragua, y también, por el mismo motivo, en la Diputación de Barcelona. La magistrada, que mantiene el caso bajo secreto de sumario, imputó la pasada semana a Bruguer, porque consideró que existían indicios de que el espionaje del almuerzo se ordenó desde su ordenador de la sede del PSC.

La juez que instruye este caso, Elisabeth Castelló, y la Fiscalía quieren ahora averiguar la relación exacta entre el PSC y la agencia de detectives.

También declararon ante la juez la citada ex directora de seguridad de la agencia, Elisenda Villena, el director financiero de la empresa José Luis Marco y la secretaria del director de la empresa, Francisco Marco, E.G.Estas dos últimas personas se acogieron a su derecho a no declarar ante la magistrada.

Elisenda Villena se expresó en la misma línea que Bruguer y negó que el PSC encargara el espionaje del almuerzo de La Camarga entre ambas mujeres.