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«La Habana es un parque temático del siglo XX»
Vladimir Hernández publica «Habana Réquiem», un frenético «hard boiled» para desnudar la problemática social de la Cuba post Fidel.
Vladimir Hernández publica «Habana Réquiem», un frenético «hard boiled» para desnudar la problemática social de la Cuba post Fidel.
El cubano Vladimir Hernández ganó en el año 2000 el Premio UPC de novela corta de fantasía o ciencia ficción. Viajó a Barcelona a recoger el galardón y le gustó tanto la ciudad que decidió quedarse. «A los que nos íbamos de Cuba nos prohibían volver y hacían que tu familia no pudiese salir del país durante cinco años, además de otros problemas», recuerda Hernández. El cambio de ciudad, de país y de vida fue todo un revulsivo. Poco a poco dejó la fantasía y la ciencia ficción y decidió centrarse en la novela negra. «Cuando vivía en La Habana, la fantasía era mi único vehículo de escape, para evadirme de los problemas», señala el escritor.
Con la novela negra ha encontrado el vehículo perfecto para hablar de lo que nunca hubiese imaginado que escribiría en La Habana, de la problemática social de la Cuba actual y el estado de impás e incertidumbre en el que están enfrascados ahora los cubanos. «Tenía la idea de escribir sobre lo que es ser cubano hoy día. A través de un vehículo entretenido como la novela negra podía dibujar un completo panorama social de la situación actual. Cuba es como una extravagancia histórica, el último bastión del comunismo, a 90 millas de Estados Unidos, que hoy día vive un proceso extraño. La Habana es como un parque temático del siglo XX Estamos desde hace tiempo instalados en la espera de un cambio que no acaba de producirse nunca», asegura Hernández.
Con su primera aproximación a la novela negra cubana, «Indómito», por el que recibió el Premio Internacional LH de novela negra, nos introdujo en los barrios de La Habana bajo la perspectiva de los delincuentes. Ahora regresa con la misma ambientación, pero cambiando el punto de vista, centrándose sobre todo en los cuerpos de la ley, los policías, y su grado de dedicación y ambigëdad moral. «Habana Réquiem» (Harper Collins) es un intenso y abrumador «hard boiled» clásico, la novela que hubiese escrito James Ellroy si fuera cubano, que nos arrastra a las cloacas morales de una sociedad confundida. «Sobre todo quería hacer una novela de personajes, en que cada uno reflejara una identidad característica de un pueblo que parece en estado de perplejidad. La novela negra es un vehículo narrativo estupendo para indagar en esta identidad y dejar ver con mayor claridad los claroscuros del alma», afirma el escritor.
Radiografía de una ciudad
Son tres policías protagonistas, más dos personajes más que sirven de motor de la acción, los que nos adentran en el barrio viejo de La Habana y todos sus sucios rincones, con un grado de detalle que parece que el autor te obligue a circular por sus calles. El fresco que crea es tan real que cada página parece iluminada por rayos x para descubrir la verdadera enfermedad de la ciudad. «Escribir desde Barcelona de La Habana me ayuda a verlo todo con mejor perspectiva, a saber diferenciar lo que es importante. Escribo de memoria, de visitarla de nuevo, de hablar con gente, a los cubanos nos encanta hablar de lo cubano, y necesito ese realismo para que la novela respire vida», dice.
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