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La L10 Sud de Metro se pone en marcha tras grandes sobrecostes y años de retraso

Entra en funcionamiento parcialmente y permite que el suburbano llegue a la Zona Franca

En la imagen, Quim Torra, Ada Colau, Pere Aragonès y Damià Calvet. Foto: Efe
En la imagen, Quim Torra, Ada Colau, Pere Aragonès y Damià Calvet. Foto: Efelarazon

Entra en funcionamiento parcialmente y permite que el suburbano llegue a la Zona Franca

Con la puesta en marcha de la L10 Sud de Metro de Barcelona, ningún barrio de Barcelona quedará sin suburbano. La nueva línea de metro llegará hasta la Zona Franca y pondrá así fin a más de 40 años de reivindicaciones de los vecinos, que habían estado sin red de metro. Ayer se inauguraron las estaciones de Foc Cisell y Foneria, que están ubicadas en el paseo de la Zona Franca en el barrio de la Marina del distrito de Sants-Montjuïc. En 2019, está previsto que entren en funcionamiento también las paradas de Ildefons Cerdà (Ciutat de la Justícia) y Provençana. El resto de estaciones (seis), que llegarán al área industrial de la Zona Franca, todavía no tienen fecha prevista.

En el acto inaugural estuvieron presentes el presidente de la Generalitat, Quim Torra; el vicepresidente, Pere Aragonès; el conseller de Territori, Damià Calvet; y, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. No hubo representación del Gobierno, a pesar de que el Ministro de Fomento, José Luis Ábalos, estuvo en un acto del PSC. Las obras de la L10 Sud de Metro –que es un ramal de la L9 Sud, que va de Zona Universitària hasta el Aeropuerto–, han estado rodeadas de gran controversia por los sucesivos retrasos debido a la falta de financiación tras los sobrecostes que han ido surgiendo, algo que fue solventado en 2016 tras la intervención del Ayuntamiento de Barcelona. Ese año, las obras se encontraban paralizadas y un acuerdo para los presupuestos entre Colau y ERC consiguió reactivarlas: el líder de los republicanos, Alfred Bosch, exigió destinar 40 millones de euros para retomar los trabajos.

La línea tiene 4,5 kilómetros de longitud, de los cuales dos corresponden también a la L9 Sud –Collblanc, Torrassa y Can Tries-Gornal– y los otros 2,5 kilómetros son del nuevo túnel que va de la bifurcación de Gornal hasta Foc Cisell. Los convoys serán de conducción automática y la frecuencia de paso será de siete minutos.

También se coló la política en el acto. Así, Torra aprovechó para reclamar al Gobierno mayor inversión en obra pública para Cataluña en lugar de desplegar 600 antidisturbios para la Diada.