Pobreza

La mitad de los sintecho atendidos en Barcelona lleva menos de 3 meses en la ciudad

Colau pide al nuevo president de la Generalitat un plan para combatir el «sinhogarismo».

El 49 por ciento de las personas sin hogar es un extranjero de la Unión Europea, cada vez hay más jóvenes. Foto: Jesús G. Feria.
El 49 por ciento de las personas sin hogar es un extranjero de la Unión Europea, cada vez hay más jóvenes. Foto: Jesús G. Feria.larazon

Colau pide al nuevo president de la Generalitat un plan para combatir el «sinhogarismo».

El 16 de mayo de 1929, y no de marzo, Hollywood entregó por primera vez un óscar. Mañana también es el santo de los juanes que celebran su día con el patrón de la Marina Española, San juan Nepomuceno, y más recientemente, la noche del 16 de mayo, Barcelona hace el recuento de personas sin hogar de la ciudad. A las 22.00 horas, 800 voluntarios están citados en la ronda Universidad donde se repartirán en 250 grupos para tratar de hacer una radiografía de cuántas personas duermen en la calle.

En la primera salida que hicieron, hace diez años, los voluntarios contaron 658 personas durmiendo al raso. Entonces, los recursos de la Red de Atención a las Personas sin Hogar del Ayuntamiento de Barcelona daban alojamiento a 1.129 personas. El año pasado, localizaron a 1.026 personas durmiendo en la calle, y contaron 2.006 más alojadas por los servicios sociales de la red municipal. Si se cuentan las 417 personas que malviven en asentamientos urbanos, 3.449 personas vivían en situación de extrema pobreza en la ciudad. Desde 2008, el número de personas que duerme en la calle ha crecido un 56% y las que duermen en equipamientos o residencias municipales, un 64%. Y la teniente de Derechos Sociales, Laia Ortiz, ayer daba ya por hecho que mañana contarán a más gente durmiendo en la calle, porque hay un efecto llamada de los recursos que dispone la ciudad para personas sin hogar. Se ha convertido en una práctica habitual que municipios más pequeños deriven a personas sin hogar para que sean atendidas en Barcelona. Por ley, los alojan tres días en su red de albergues y luego les compran un billete de ida a Barcelona. El resultado es que en el primer trimestre de 2018, el 47% de las personas atendidas en los tres centros de primera acogida de la ciudad llevaba menos de tres meses en Barcelona. En el último trimestre de 2017, esta cifra era del 40%.

«Barcelona no tiene ninguna intención de esconder esta problemática», admitía Ortiz. Más bien lo que quiere es que el resto de municipios, catalanes, españoles, incluso, europeos, se corresponsabilicen para abordar un fenómeno que va a más y que Barcelona no puede afrontar sola. El equipo de Ada Colau puso deberes al nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra: elaborar un plan de país para abordar la pobreza extrema en forma de «sinhogarismo», expresión traducida del inglés para hablar de «las personas que no disponen de las mínimas condiciones para vivir con dignidad».

El incremento de las cifras pone de manifiesto la necesidad de un marco que regule y garantice el derecho a la vivienda. La crisis económica y los conflictos sociales que generan los movimientos migratorios han relegado del imaginario popular el perfil del «sin techo», hombre de 46 años de media con adicción al alcohol.

La media de edad baja. Hay más jóvenes menores de 25 años. Aumentan las mujeres que duermen en la calle, un 15% del total. Y por nacionalidades, el 30% es español, un 21% no comunitario, y el 49% de la Unión Europea. Tener trabajo ya no asegura un hogar, alertó el jefe del área de Servicios Sociales, Albert Sales. En seis años crecen del 5% al 15% los «sintecho» con trabajo.