Infraestructuras
La oposición controlará la ordenanza de terrazas de Colau
Una comisión velará por su cumplimiento tras las sospechas de estar clausurando mesas en Ciutat Vella
Una comisión velará por su cumplimiento tras las sospechas de estar clausurando mesas en Ciutat Vella.
El Pleno del Ayuntamiento aprobó ayer la creación de una comisión de seguimiento para fiscalizar la aplicación de la ordenanza de terrazas en Ciutat Vella por parte del gobierno de Ada Colau. Votaron a favor el Pdecat, Cs, PSC y PP, que habían forzado este pleno. ERC se abstuvo y BComú junto con la CUP votaron en contra. El objeto de la comisión, crserá «aclarar las circunstancias y determinar la adecuación a la normativa vigente de las medidas adoptadas por el Distrito de Ciutat Vella en materia de terrazas durante el ejercicio de 2018», bajo la atenta mirada del Gremio de Restauración. La oposición sospecha que Colau ha reducido mesas y terrazas por encima de sus posibilidades.
La sesión extraordinaria sirvió para evidenciar, una vez más, la soledad del equipo de gobierno en un debate que parecía cerrado el verano pasado cuando se aprobó la nueva ordenanza con el voto a favor de todos los grupos excepto la CUP. Teniendo en cuenta, sobre todo, que la anterior normativa, aprobada por Ciu y el PP, había resultado nociva para todas las partes, La teniente de Urbanismo, Janet Sanz, defendió que en estos momentos Barcelona tiene «una buena ordenanza que nos permite poner orden y garantizar derechos» y rechazó las acusaciones de falta de transparencia y de diálogo vertieron el resto de gruposhan vertido los grupos que han votado a favor de crear la comisión. Sanz negó que se haya reducido el número de mesas y eliminado terrazas en el distrito de Ciutat Vella. De hecho, afirmó todo lo contrario, que en 2018 «las 3.634 mesas han crecido en 30».
El socialista Jaume Collboni reprochó al gobierno «la falta de diálogo con el sector» y haber “dañado el consenso» al que se llegó en el verano de 2018. Desde el PP, Alberto Fernández pidió que se clarifique como se aplica la normativa en este distrito central antes de la temporada de verano, y acusó al gobierno de tener «terrazafobia». El portavoz de ERC, Jordi Coronas, recriminó al gobierno que el pacto por las terrazas del año pasado «sólo buscaba la foto» y tendió la mano para resolver la situación en Ciudad Vieja «sin montar un espectáculo mediático». Desde la CUP, Pedro Casas apuntó que «no se puede dar un trato preferente» a los restauradores y defendió que el distrito central de la ciudad debe ser de «decrecimiento». Carina Mejías (Cs) calificó la concejala Gala Pin de limitar la actividad económica en el distrito. Desde el Pdecat, Raimond Blasi reclamó «transparencia y diálogo» al gobierno con las terrazas de Ciutat Vella.
Los trabajos de la comisión de seguimiento de la aplicación de la ordenanza de terrazas en Ciutat Vella se desarrollarán entre dos y cuatro sesiones, que serán públicas, y tomará sus acuerdos por mayoría ponderada. La comisión requerirá la presencia de la concejala del Distrito de Ciutat Vella, Gala Pin, así como de personas ajenas a la estructura municipal a propuesta de los grupos municipales.
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