La pequeña gran comedia de Rodoreda

El TNC presenta «La senyoreta Florentina i el seu gran amor Homer», obra de teatro de la autora de «Mirall trancat» dirigida por Sergi Belbel y protagonizada por Mercè Sampietro.

No existen vidas grandes y vidas pequeñas, como no existen sentimientos grandes y sentimientos pequeños. La vida, por tanto, es o no es, nunca es cuestión de grados. Las hazañas de un coronel con el florete en el Zugspiste, ante el avance del ejército enemigo, son tan notables como los secretos de una señorita de Sant Gervasi que vive con angustia un amor de juventud. Porque la vida no es una proyección que se vanagloria de sí misma a los ojos de los demás, sino que es, simplemente, un fenómeno siempre revelador, pero único e intransferible. Luego vendrá el escritor, el dramaturgo, el cineasta que lo sepa transferir a los demás, pero el valor de la historia que explica siempre la tendrá él, no la historia por sí misma. Por eso, existen enormes escritores que lejos de la épica o el melodrama absurdo, son capaces de transferir a los demás esos pedazos de vida que muchos creen pequeños, pero que con su amor y pericia se convierten en gigantes en el corazón de los demás. Mercè Rodoreda era uno de estos escritores.

El Teatre Nacional de Catalunya (TNC) acoge del 22 de febrero al 2 de abril el montaje de «La senyoreta Florentina i el seu gran amor Homer», una de las pocas obras teatrales de Mercè Rodoreda, la autora de «La plaça del diamant» o «Mirall trancat». La pieza, bajo la apariencia de una comedia costumbrista, es una indagación inquietante y llena de sorpresas sobre una serie de mujeres de la burguesía barcelonesa de mediados del siglo XX, simpre bajo la bandera de esta senyoreta Florentina y sus ansias de una convencialidad que en realidad no existe.

Sergi Belbel regresa al TNC dirigiendo este montaje en que Mercè Sampietro es Florentina y Toni Sevilla el ridículo Homer. El elenco lo completan las actrices Margarida Minguillón, Teresa Urroz, Carme Callol, Elisabet Casanovas y Gemma Martínez en el papel de amigas, cómplices y consortes de los problemas de Florentina. «Los personajes de Rodoreda son grandes, pero están escritos desde la pequeñez, de las minucias de una vida casi ridícula o, al menos, lejos de ser memorables o heroicas por su pasión, su búsqueda por la felicidad y la poderosa fuerza de la amistad», comenta Belbel.

El argumento es sencillo, pero devastador. Florentina es una profesora de piano que vive sola en su piso de Sant Gervasi. Tiene un amor de juventud, Homer, con el que tiene encuentros amorosos desde hace 20 años, pero que está casado y afirma que no puede dejar a su mujer por sus hijos. Ella acepta a regañadientes esta media vida hasta que la mujer de Homer muere y entonces la ilusión del amor empieza a desmoronarse. Sólo la fuerza de sus vecinas y amigas y la aparición de Zerafina, una joven sirvienta, le darán aliento.