Política

Drogas

La Policía incautó más de 100 kilos de droga en El Prat en el año 2018

El cuerpo realizó hasta 1.210 revisiones de personas susceptibles de transportar estupefacientes

La cocaína es sin duda el estupefaciente más usado por las denominadas «mulas», detectadas, en el aeropuerto de El Prat
La cocaína es sin duda el estupefaciente más usado por las denominadas «mulas», detectadas, en el aeropuerto de El Pratlarazon

El cuerpo realizó hasta 1.210 revisiones de personas susceptibles de transportar estupefacientes.

La Policía Nacional aprehendió en 2018 en el aeropuerto de El Prat 108,4 kilogramos de cocaína, 4,1 de heroína y 13,3 de hoja de coca, que organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas intentaron pasar mediante la utilización de diversos sistemas de ocultación. En un comunicado, el cuerpo policial informó de que los agentes en el Puesto Fronterizo del aeropuerto barcelonés realizaron controles de los denominados policialmente como «vuelos calientes». Este tipo de vuelos se traducen en aviones procedentes de ciertos países, casi siempre sudamericanos, especialmente Colombia o Brasil, entre otros.

En concreto, se hicieron hasta 1.210 revisiones de personas que pudieran ser susceptibles de ser portadores de drogas, tanto en el interior de su organismo como en su equipaje, actuando como correos humanos.

Realizaron 336 revisiones radiológicas voluntarias con las que hicieron 26 detenciones de personas consideradas «mulas» y que están al servicio de los grupos criminales para introducir drogas. Entre estos arrestados, once habían ingerido la sustancia en dos formatos diferentes: Cilindros sólidos de entre diez y quince gramos y en preservativos conteniendo sustancia líquida, entre los 20 y 35 gramos cada uno.

Otras formas de ocultación utilizadas por los grupos mafiosos fue camuflar droga en el interior del equipaje, ya sea en dobles fondos en maletas, en el interior de paquetes de comida, en los forros de la ropa, o impregnada en la misma ropa o adherida al cuerpo.

Los detenidos, de diversas nacionalidades, fueron puestos a disposición judicial e ingresaron en centros penitenciarios catalanes donde se encuentran en la actualidad.

En el servicio de viajeros de la Aduana de la terminal 1 del aeropuerto de Barcelona-El Prat se confisca todo lo que no puede entrar en el país, y aquí es donde empieza el verdadero periplo para los contrabandistas. Maestros o novatos del fraude que tratan de burlar los controles de los funcionarios de la Agencia Tributaria española y la compañía fiscal de la Guardia Civil.

Los agentes, expertos en este asunto, normalmente suelen notar y detectar a las denominadas «mulas». El motivo es el sudor que puedan presentar y, sobre todo, un estado extrañamente nervioso.