Política

Corrupción en CDC

La recta final del 9-N precipita la caída de CIU

La recta final del 9-N precipita la caída de CIU
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El comunicado de Jordi Pujol admitiendo que ha tenido durante 34 años dinero oculto en el extranjero puede ser la puntilla para CiU. Pero lo cierto es que la formación que lidera Artur Mas estaba ya antes herida de muerte y aunque el avance de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) se había estancado en los últimos meses, vuelve a crecer la brecha entre ambos partidos. A tan sólo cuatro días de la reunión con Mariano Rajoy en La Moncloa, las noticias para el presidente de la Generalitat no hacen más que empeorar conforme avanza en su proceso soberanista, porque de celebrarse hoy las elecciones en Cataluña, la formación que lidera Oriol Junqueras ganaría holgadamente las elecciones con entre 33 y 35 escaños gracias al 22,8 por ciento de los votos (780.000) y superando a Convergència en cuatro escaños, al conseguir ésta entre 29 y 31 escaños. Así se desprende de la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, según la cual la formación de Artur Mas perdería entre 19 y 21 diputados autonómicos y casi 460.000 sufragios, teniéndose que conformar con 657.000 votos y el 19,2 por ciento del total.

El ascenso de los de Junqueras –entre 12 y 14 parlamentarios más– deja hundido a CiU que ha dilapidado su capital político en un plazo récord de menos de dos años. De imponerse en noviembre de 2012 en las cuatro provincias, hoy tan sólo lo haría en Gerona y por un margen del 1,3 por ciento de los votos. Porque en el resto de regiones, ERC se impondría hoy en unos hipotéticos comicios. A destacar, el resultado en la provincia de Barcelona, donde CiU se deja por el camino 10 diputados (conseguiría 16) por los 8 que ganaría ERC (se situaría con 20 escaños). Incluso, tras la renuncia de Duran Lleida, cobra fuerza la opción de que la alianza histórica entre CDC y UDC se rompa definitivamente, hasta el punto de presentarse por separado en los comicios. De materializarse este extremo, el porcentaje para CDC sería del 13,3 por ciento, mientras que UDC lograría un 5,9 por ciento, resultante de preguntar a los votantes de CiU qué opción elegiría si se presentaran por separado. En este sentido, un 65,4 por ciento de los votantes de CiU votaría a CDC, por el 28,7 por ciento lo haría por Unió.

La lucha por el tercer puesto de estos hipotéticos comicios tendría un nuevo contrincante: Ciutadans. El partido liderado por Albert Rivera ya no es sorpresa. Pero sí lo es que pueda incluso desbancar a alguno de los dos grandes partidos a nivel nacional: PP y PSC. Los socialistas catalanes siguen sufriendo el desgaste del debate soberanista y, aunque parten con ligera ventaja con respecto a PP y C's en cuanto a escaños se refiere, con una horquilla de 16-18 parlamentarios, quedaría por detrás de Ciutadans en porcentaje de votos. Los de Rivera alcanzarían el 12,7 por ciento, con 436.000 votos, aunque en el reparto saldría beneficiado el PSC, que con el 11,9 por ciento de los sufragios podría lograr dos escaños más. A escasa distancia se situarían los populares de Alicia Sánchez-Camacho, con el 10,8 por ciento de votos, y que se situarían en una horquilla de 13-16 diputados. Eso sí, el avance de Ciutadans contrasta con la caída de votos de PP y PSC. Éstos perderían el 2,2 y el 2,6 por ciento de los votos, respectivamente, mientras la formación de Rivera suma un 5,2 por ciento y 7 diputados más que en 2012.

Al tiempo que el independentismo parece perder adeptos, crece la abstención. O, lo que es lo mismo, el descontento con el proceso soberanista que marca la agenda política en Cataluña. Porque el número de ciudadanos que dejaría de acudir a su cita con las urnas crece en 4,1 puntos porcentuales, pasando del 32,2 por ciento de noviembre de 2012 hasta el 36,3 por ciento en julio de 2015. Pero este barómetro –realizado entre el 22 y el 26 de julio con 970 entrevistas telefónicas– deja otra novedad. Y ésta, después de las elecciones europeas, deja de ser un toque de atención para ser una realidad. El efecto Podemos irrumpe con fuerza. También en Cataluña, donde lograría 8 diputados y 236.000 votos que se traducen en un 6,9 por ciento de los sufragios. También crece la opción de la izquierda independentista de la CUP, que incrementaría su electorado en un 1,4 por ciento. Los de David Fernández sumarían 3 diputados más que en 2012 y rozarían los 40.000 votos con 6 parlamentarios. Lo contrario le ocurre a Iniciativa per Cataluña-Les Verds (ICV), que parece sufrir el «efecto Podemos» y se dejaría cuatro escaños en menos de dos años. De 13 diputados pasa a tener sólo 9, y de conseguir 359.705 votos en 2012 (el 9,9%), sólo lograría en esta ocasión 255.000 (el 7,5%).