Lo cotidiano se hace cómic

El dibujante Manel Fontdevila recoge en un cómic las nuevas aventuras de su celebrada serie «La parejita».

Mauricio y Emilia son una pareja de treinteañeros que viven con los ajustes propios de la crisis. Tienen un hijo pequeño, Óscar, que parece en ocasiones más cuerdo que sus padres. Ellos son conocidos como «La Parejita», una de las series más exitosas nacidas en las páginas de la revista «El Jueves», aunque desde hace tiempo viven por su cuenta, en ocasiones en la publicación mensual digital «Orgullo y satisfacción».

Estas criaturas de tinta regresan ahora en dos libros publicados por DeBolsillo, «¿Vosotoros cómo os conocistéis» y «¿Estáis haciendo el amor?» donde su creador, Manel Fontdevila, vuelve a desplegar toda su capacidad con hacer humor a partir de la vida cotidiana, historias con las que el lector fácilmente se puede identificar. Son historietas breves, algunas recogidas previamente en «El Jueves» mientras que otras son inéditas o se han redibujado. Y siempre con la invitación a reir o a sonreir con todo aquellos que le pasa a Emilia y Mauricio.

Fontdevila, en declaraciones a este diario, explicó que su intención con los dos nuevos libros es «replantearse un poco la serie. Cuando trabajaba en “El Jueves” estaba ligado a una dinámica. Esto, en cambio, es ahora mucho más relajado, por lo que puedes pensar más las cosas, de manera que no todo se limita al gag del final. Era salir de la esclavitud del esquema tipo Bruguera. De esta manera, me lo he pasado bien».

Cuando se le pregunta al dibujante si le gusta que se clasifique lo que viven Emilia y Mauricio como costumbrismo, el dibujante asegura que no se siente muy cómodo con las etiquetas. Sin embargo, admite que «sí puede haber cierto costumbrismo porque son historias relacionadas con el día a día. Son gentes que dobla las sábanas y plancha, que habla de amor y sexo. No es un cómic romántico. Sí hay por mi parte una intención de desmitificar un poco todo esto, de los lugares comunes y de los tópicos».

«La Parejita» apareció por primera vez en 1995, logrando ese mismo año el premio del Salón del Cómic de Barcelona al mejor guión. Desde entonces sus personajes no han hecho más que crecer, viviendo todo tipo de situaciones, crisis, alegrías, e, incluso, un embarazo. Con la llegada de Óscar la serie dio un giro. «La pareja crece, igual que yo. Hay que hacerse mayor y afontar donde se está. Es aquello de matar a Peter Pan o dejar que se muera. En el caso de los dos nuevos libros, hay una concesión al mito de la crisis de los 40, una crisis relativa».

¿De dónde saca el material para todo cuanto viven Emilia y Mauricio? Fontdevila tiene claro que «responde a mi vida y entorno. Mi entorno no está muy alejado de los demás. No tiene nada que ver con las vidas de Hugh Hefner o Santo Tomás de Aquino. Lo que me gusta es desdramatizar desde la lógica». Pero aclara que eso no quiere decir que Mauricio sea una especie de «alter ego» suyo.

Tampoco faltan en las nuevas entregas guiños al dibujo japonés o las novelas pulp, algo «con lo que mato el gusanillo. Me gusta mucho, por ejemplo, el género negro y me gustaría encontrar alguna vez y una historia de ese tipo que poder dibujar. Cuando empecé en esto del cómic, mi idea no era el humor sino hacer una especia de Tintín II».