Tribunal Constitucional
Los Mossos celebran la normalidad por recuperar la vigilancia del TSJC
El presidente del alto tribunal catalán, Jesús María Barrientos, ordena en un escrito que la Policía Autonómica vuelve a hacerse cargo a partir de mañana de esta gestión de seguridad
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ordenó ayer en un escrito la devolución en exclusiva de la gestión de la seguridad del Palau de Justícia de Barcelona, lo que conlleva la retirada de la Policía Nacional.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ordenó ayer en un escrito la devolución en exclusiva de la gestión de la seguridad del Palau de Justícia de Barcelona, lo que conlleva la retirada de la Policía Nacional. Este cuerpo se desplegó en la sede del tribunal por si se declaraba la independencia. Los Mossos d’Esquadra volverán a tener esta competencia.
El presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, señaló que la Policía Nacional ha cumplido de forma «escrupulosa» su cometido. En un escrito enviado a la dirección de este cuerpo en Cataluña, y también al comisario jefe de los Mossos, justificó su decisión en «el nivel de contención actual de los riesgos de alteración de la legalidad constitucional», quizá en referencia al 155.
Según ordena el escrito de Barrientos, hoy se procederá a la retirada de la Policía Nacional de la gestión de la seguridad de la sede del TSJC, por lo que a partir de mañana serán otra vez los Mossos quienes se encarguen de este cometido.
Todo viene del 6 de octubre, cinco días después de la pseudo consulta independentista. En esa jornada, Barrientos entregó la vigilancia del alto tribunal catalán a la Policía Nacional para «preservar la integridad del poder judicial» ante una eventual declaración de independencia, y que sucedió el 27 de octubre, aunque quedó sin vigor tras la aplicación del artículo 155.
Sin euforia
En general, los Mossos tampoco celebraron con euforia esta decisión, pese a que les gusta. Más que nada porque consideran que es una competencia suya. La versión oficial de los sindicatos de la Policía Autonómica a este diario es que «celebran» la decisión del TSJC, lo que, a su juicio, comporta «volver a la normalidad».
Ello se traduce en que, efectivamente, dan el visto bueno, por supuesto, a volver a tener el control de la seguridad del TSJC, que hacía años que era suya, pero entre líneas dejaron entrever que hay otras decisiones que no les han gustado, tanto dentro del 155 como fuera de este artículo.
Según Barrientos, el «nivel de contención actual de los riesgos de alteración de la legalidad constitucional y de afectación del servicio público reclaman el retorno a la ordinariedad en todo a lo relativo a la vigilancia y aseguramiento del normal funcionamiento de las instalaciones de esta sede y de la seguridad de los usuarios».
Barrientos, apuntó en su escrito, pretende hacer efectiva «en su plenitud» la competencia propia de los Mossos, que la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad le atribuye en la vigilancia y protección de personas, órganos, edificios, establecimientos y dependencias de la comunidad autónoma –en este caso Cataluña– y de sus entes instrumentales, ya que, según se destacó la «habían venido realizando de manera eficaz».
En su escrito, Barrientos establece que los Mossos tendrán que desplegar, en el marco de su «competencia propia», los efectivos necesarios a partir de mañana para la «completa preservación» de la seguridad del edificio y el normal funcionamiento de los tribunales.
También ordenó que se transmita esta orden a las unidades de la Policía Nacional y de los Mossos destacadas en el interior del Palacio de Justicia, «para su inexcusable cumplimiento».
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