Inmersión lingüística

Los niños andorranos

La Razón
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Veranea en Sitges una amplia colonia de andorranos, lo que es signo de su buen gusto y hace que, especialmente en época estival, convivan sus hijos con los del resto de veraneantes y habitantes de la Blanca Subur. Debo reconocer que esos niños y niñas del país de los Pirineos dan sopas con honda a los nuestros en materia lingüística, pues dominan a la perfección el castellano, el catalán, el francés y el inglés, chapurreando, además, alguna otra lengua.

Creo que el secreto está en un modelo lingüístico. Por razones obvias, la enseñanza la tienen a modo de «inmersión» en catalán, castellano y francés, y prácticamente con un reparto a tercios de las clases imparten, además de un programa intensivo de inglés desde la más tierna infancia.

Digo yo que si esto funciona tan bien en Andorra, ¿por qué no dejarnos aquí de peleas absurdas y adoptamos ese sistema? Si bien propondría una modificación sobre las clases a tercios: substituir el francés por el inglés, de manera que la lengua gala o el alemán o el chino si quieren ocupe el papel de cuarto idioma. En mi opinión, estamos librando una batalla ideológica absurda a costa de nuestros hijos. Hemos olvidado el conocido principio del Derecho Romano «favor fili», es decir, el interés del menor por encima de cualquier otra consideración.

No se trata de dividir a los niños por lenguas, se trata de que aprendan a desenvolverse en cuantos más idiomas mejor. Si los niños andorranos suelen hablar entre ellos en catalán y con cualquier otro en lenguas que ellos dominan ¿Por qué no aspirar a eso para los nuestros? Y para quien ponga pegas, no olvidemos que Andorra es un estado soberano.