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Los niños ponen deberes a Colau: «Queremos una ciudad más amable para jugar»

Piden más parques verdes, menos contaminación y la reforma horaria

Como de costumbre, el pregón de Santa Eulàlia corre a cargo de los niños de la ciudad
Como de costumbre, el pregón de Santa Eulàlia corre a cargo de los niños de la ciudadlarazon

Piden más parques verdes, menos contaminación y la reforma horaria.

Ada Colau sorteó la nevada de la que alertaban hombres y mujeres del tiempo en radios y televisiones. No es que avisaran de que iba a caer la gran nevada, como ocurrió hace ocho años, pero cuatro copos en Barcelona puede complicarse hasta colapsar la ciudad. La alcaldesa evitó el caos, pero le salió otro frente: los niños y sus reivindicaciones.

Hace tres meses los invitó a pensar cómo el juego puede mejorar Barcelona y a explicarlo en el pregón de las fiestas de Santa Eulàlia que escriben los alumnos de tercero, cuarto y quinto de Primaria de la ciudad. «Si aprendemos a jugar en equipo, seguro que podremos hacer muchas cosas bonitas por la ciudad», dijo entonces la alcaldesa. Pero los niños, no le han salido pusilánimes. Tienen sangre sindicalista, igual que ella de pequeña. Lo demostraron con la lectura del pregón con el que arrancan las fiestas de Santa Eulàlia. «No queremos contaminación, queremos mucha diversión. Un parque con un tobogán, el juego de la charranca y un arenal», dijo uno de los niños. «Pedimos a la alcaldesa que renueve algún parque infantil, más ludotecas, libros y música, y más juegos para todos», reivindicó otro. A diferencia de la Mercè, el discurso de las fiestas de Santa Eulàlia es coral, lo leen niños de tercero, cuarto y quinto de Primaria que han trabajado después de trabajar su contenido durante el curso, el juego, en este caso.

Los niños no son tontos y en algún lugar habrán escuchado que la contaminación atmosférica a la que están expuestos de camino a la escuela perjudica su desarrollo cognitivo y reduce el crecimiento de la memoria de trabajo. El dato sale de un estudio que se hizo a 1.200 niños de entre siete y diez años de 39 escuelas de Barcelona liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona.

Tampoco les convencen las plazas duras que proliferaron como setas con los socialistas, prefieren la arena y los parques con árboles. Y reclaman horarios más conciliadores. Que tomen nota, empresas, gobiernos y las televisiones, que ya es hora de que España deje atrás los horarios con los que se trabajaba en las fábricas del siglo XIX, una reforma que el resto de países europeos hizo nada más ni nada menos que hace 60 años. España quedó atrás, porque en el postfranquismo muchas familias tenían dos trabajos para salir adelante y por lo tanto jornadas laborales largas y tiempo al medio día para ir de un lado a otro.

Colau se comprometió a colgar el pregón en su despacho «para leerlo y tomar nota». «Tenéis razón, necesitamos más parques, más tiempo libre, más naturaleza y menos contaminación», admitió. Y como niña rebelde que fue y es, lanzó su reivindicación al Gobierno: «Diremos a los niños que huyen de la guerra que pueden venir a Barcelona a jugar con nosotros». En 2017, el Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER) atendió al doble de solicitantes de asilo y refugiados, 18.000, que hace un año. El 99% llegó por su propio pie y sólo 50 a través del marco de programas europeos.

Las fiestas cotemporáneas de Santa Eulàlia, que celebran su 35 edición, este año coinciden con carnaval, una fiesta por la que la ciudad no se desvive. Tendrán un recuerdo especial para Maria Aurèlia Capmany, una de las impulsoras de la recuperación de las fiestas.

El festival lumínico urbano es uno de los platos fuertes. Llega a su séptima edición con el doble de espectáculos visuales y con la creadora del Quebec Monique Savoie como gran atractivo. Del 16 al 18 de febrero, los artistas harán virguerías en la Poblenou, que con esa mezcla de antiguas fábricas y edificios modernos es un plató muy goloso ara estos espectáculos. Las fiestas tendrán su versión juvenil, también, la Lali Jove, organizada por asociaciones juveniles en el Moll de la Fusta. El domingo habrá jornada castellera con sorpresa: los castellers de Sarrià volverán a hacer torres en la placa Sant Jaume.