Los niños son las mayores víctimas del paro y de la precariedad laboral

Durante los años de la crisis, la tasa de riesgo de pobreza en menores se ha incrementado un 72 por ciento.

En Cataluña hay más de 349.000 menores de 16 años que viven en una situación de riesgo de pobreza, según la Encuesta de Condiciones de Vida del 2015. Una cifra que ha ido creciendo a medida que avanzaba la crisis económica, hasta el punto que en los últimos ocho años, la tasa de riesgo de vulnerabilidad en los niños se ha incrementado un 72%, situándose actualmente en el 27,9%.

«No hay niños pobres, sino unas madres y padres pobres», apuntaron ayer desde UGT Cataluña para explicar que el riesgo de pobreza infantil está estrechamente ligado a la situación laboral de sus progenitores. En este sentido, el sindicato denunció que la pobreza ya no sólo afecta a aquellos hogares con su miembro principal en paro , sino que también se ha instalado en muchas casas donde entra una remuneración. En 2015, uno de cada ocho catalanes que estaban trabajando no ganaban lo suficiente para asegurarse vivir dignamente. «El salario ha dejado de ser una garantía de protección actual y futura ante los infortunios de la vida», aseveró la secretaria de Políticas Sociales de UGT en Cataluña, Enriqueta Durán. Tanto es así, que de los 668.000 ciudadanos que se encuentran en riesgo de pobreza, más de la mitad, 391.000 personas, estaban en activo.

La situación se vuelve más cruda cuando se pierde el trabajo, ya que el riesgo de vulnerabilidad y exclusión entre la población en paro llega casi hasta el 40%.

Otra de las constataciones de UGT, es que las familias con menores a cargo no sólo han sufrido con más intensidad las embestidas de la crisis económica, sino que tienen más difícil salir de la mala situación en la que se encuentran, especialmente en el caso de las familias con hijos y un sólo progenitor. En este caso, el riesgo de pobreza crece hasta el 42,8%, tal y como recogió Cáritas en su última memoria.

En el informe que presentó ayer el sindicato «pobreza laboral y pobreza infantil, dos caras de la misma moneda», se denuncia que las prestaciones por desempleo no han sido suficientes para aumentar el número de pobres en Cataluña y España. Además, se alerta que está aumentando el número de parados que dejan de percibir subvenciones, lo que «puede cronificar situaciones de pobreza que se podrían haber solucionado de forma más fácil». En Cataluña, ha ocurrido las prestaciones contributivas han ido perdiendo peso en favor de la asistencial (aquella de 426 euros).

El informa destaca que paralelamente al aumento del riesgo de pobreza en a población infantil, se ha ido reduciendo en la colectivo de más de 65 años. Esto se explica, según expuso ayer el sindicato, porque «nuestro sistema protege en mayor medida a las personas grandes gracias a un sistema de pensiones con bases sólidas y que ha aguantado las embestidas de la larga recesión».

La encargada de políticas sociales de UGT expuso, además, las graves consecuencias que tienen en la infancia el riesgo de pobreza no sólo en el estado de salud. «Tendrán graves carencias emocionales al no poder desarrollar todo su potencial y salir del círculo vicioso de la pobreza heredada de sus padres».

Para revertir esta situación, el sindicato pidió «más políticas de protección a la infancia y a las familias, revertir los recortes en gasto social, un plan de choque inmediato que no esté supeditado a unos presupuestos, implementar la renta mínima garantizada y un acceso asequible a la vivienda y a los suministros eléctricos.