Los radicales atacan una sede del PP en Barcelona

El PP en el Ayuntamiento de Barcelona denunció ayer un nuevo acto vandálico contra su sede en el barrio de Gràcia. La persiana de la sede del distrito amaneció ayer con una pintada, con faltas de ortografía, que rezaba «acció directe contra el feixisme» (acción directa contra el fascismo).

El presidente municipal de la formación, Alberto Fernández, criticó la «impunidad» que disfrutan los autores de este tipo de actos, ya que esta sede ha sufrido más ataques, así como otras sedes de distrito, por ejemplo en Les Corts. Fernández recordó que en los últimos años muchas sedes del PP han sido atacadas con pintadas, en las que se podían leer insultos o amenazas, tapando las cerraduras con silicona, hundiendo la persiana metálica en varias ocasiones e incluso orinando en la entrada.

Fernández, por otro lado, reclamó la revisión del plan de seguridad de Barcelona, aprobado hace un año en el pleno, por su «demostrada ineficiencia». En una visita a Nou Barris junto con la presidente del PP, Alicia Sánchez-Camacho, Fernández destacó que según la encuesta de victimización presentada el lunes, se ha roto la tónica de los últimos tres años y aumentan hasta el 25,3 por ciento los barceloneses que recuerdan haber sido víctima de un delito, un porcentaje similar a los de la década de los 80.

Según la ley aprobada en el Parlament, cada 1.000 habitantes una ciudad tiene que contar con 2,5 agentes de Mossos d'Esquadra, lo que supone 4.000 efectivos. Esto significa que a Barcelona le faltan casi mil agentes para cumplir con la normativa, ya que hoy día cuenta con 3.100 efectivos, según recordó Fernández.