Podemos
Los vecinos del Raval se manifiestan contra Colau por la prostitución
EL Ayuntamiento reconoce que hay «un problema» ante las críticas por «inacción»
Pasados los primeros meses de legislatura, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, comienza a darse cuenta de que la bonhomía, en política, puede ser un grave inconveniente. Lo fue con los manteros cuando los comerciantes que religiosamente pagan sus impuestos veían mermadas sus ventas y lo ha sido ahora con la prostitución en el Raval. Ya hace años que los vecinos se lamentan de su situación y sólo les faltaba que disminuyese la presencia policial para que prendiese la mecha. El Consistorio no tuvo ayer más remedio que reconocer la existencia de un problema ante las críticas de «inacción» por parte de la oposición.
Lo cierto es que el gobierno municipal vivió una situación atípica. Acostumbrados al activismo y a las manifestaciones, ayer se giraron las tornas. Un grupo de vecinos del Raval irrumpió en la comisión municipal para protestar contra las situación ruido, peleas, inseguridad y problemas de convivencia originados por la prostitución.
La concejal del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin, compareció en la Comisión de Seguridad a petición de CiU y del PSC para dar cuenta de las actuaciones que se han llevado a cabo y las que están previstas para hacer frente a los problemas en el Raval, y en concreto en la Illa de Robadors, una de las zonas de prostitución callejera de Barcelona. Ambos partidos denunciaron que la situación ha ido a más en los últimos meses por la falta de presencia Guardia Urbana en la zona. Pin no tuvo más remedio que reconocer un «problema» en la calle Robador, pero aseguró que se han mantenido las acciones iniciadas el mandato anterior, como la rehabilitación de fincas de la isla Robador, la dinamización de locales vacíos y la presencia policial en las calles.
El debate estuvo marcado por la aprobación el martes de una propuesta de Ciutadans para garantizar un marco normativo municipal para el ejercicio del trabajo sexual voluntario, que CiU, PSC y PP, consideran que puede servir para que el Ayuntamiento de Barcelona cree un «prostíbulo municipal» en un edificio de su propiedad en la calle Robadors.
Pin se justificó explicando que en lo que va de año ha habido en el Raval, 1.074 intervenciones policiales, en su mayoría por hurtos, y que la Guardia Urbana está trabajando estrategias «más basadas en la percepción vecinal» para la detección de meublés, inspecciones de terrazas y locales que generen ruido y la ocupación de inmuebles con finalidades delictivas, sobre todo drogas».
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