Cataluña

Manel Fuentes: «No me podía permitir hacer una radio independentista»

Manel Fuentes
Manel Fuenteslarazon

- ¿En su último editorial de «El matí de Catalunya Ràdio», el programa que ha dirigido y presentado durante cuatro temporadas, no hizo ningún reproche por su marcha. ¿Por qué?

– En este momento hay que valorar las cosas, estar unidos, tener conciencia de que este tiempo es complicado, en la radio se viven momentos difíciles, están a punto de hacer un ERE en Catalunya Ràdio... Cualquier tipo de ruido extra no ayuda. Sinceramente, me voy feliz y orgulloso del trabajo hecho. Eso es lo que queda al final, más allá de detalles. Me voy honrado y feliz del encargo que me hicieron y de cómo lo hicimos.

– ¿Hay alguna oferta de Catalunya Ràdio para seguir aunque sea en otra franja horaria?

– No. Sí que se ha interesado alguna que otra emisora, con ofertas tan buenas e interesantes que requerirían un esfuerzo inmediato y eso es algo que quiero hacer con calma. Ahora tengo a mi padre enfermo, creo que es un buen momento para pararse, poner las cosas en su sitio y acabar de escoger bien. Necesito un punto de pausa. También estoy abrumado con el apoyo de los oyentes.

– Habla del aprecio de los oyentes. ¿Y por parte de Catalunya Ràdio?

– Por parte de Catalunya Ràdio solamente me puedo sentir agradecido porque me encargaran hacerme cargo del programa más importante de esta radio. Y lo levantamos porque era un reto faraónico. Hacer periodismo no te pone en una situación cómoda con el poder, sea el que sea. Esto habrá gente que le guste más o menos, pero mi compromiso era con los oyentes.

Cuando anunció su marcha, días antes en sede parlamentaria, Fèlix Riera, director de Catalunya Ràdio, criticó las audiencias de la mañana de la emisora. ¿Influyó en su decisión?

– Lo dijo un viernes y yo hice mi anuncio el lunes siguiente. Él me comentó que el comentario no iba por mí sino por la franja de las mañanas. No me llevo mal con Fèlix Riera, pero él sabrá por qué dice esas cosas. Me sorprendió mucho, quedé alucinado con ese comentario, pero son detalles.

– En un momento como el que vive Cataluña, ¿se puede realizar un programa en una emisora pública con libertad o hay presiones para decantarse por una opción política?

– Siempre hay presiones y no debes caer en ellas. Me voy contento porque hemos hecho una radio plural, no excluyente. El otro día me decían: «En otra emisora hacen una apuesta claramente independentista. ¿Tú por qué no?» Porque no. La radio pública debe ser de todos, no patrimonio de unos cuantos. El único patrimonio de un periodista es su credibilidad. Si la vendes por una presión, estás perdido. Cuando te acogen como de los suyos, quiere decir que eres el transmisor de los intereses de unos pocos.

– ¿Había diferencia entre su programa y, por ejemplo, el matinal de TV3 u otros espacios donde resuena la voz soberanista?

–No podía hacer eso. Tenía claro que no podía ser así. La frase que escogí como cierre para mi editorial, «bienvenidos a vuestra casa», debía ser verdad. No me habría permitido hacer «El matí de l'estelada».

– ¿No pensaba que podía perder oyentes por no hacer ese tipo de radio y que estos fueran a una emisora privada, su competidor más inmediato?

– Esa es la opción de la radio privada, pero es el juego en el que no puede entrar la pública. Si nos escuchaban a nosotros podían saber que no éramos «antiestalada», pero tampoco de la «estelada». Eso es muy importante. Era una frontera muy delgada que debíamos transitar y no podíamos expulsar a nadie. De aquí a un tiempo, cuando veamos qué promesas son reales y cuáles se rompen, veremos qué modelo se ajustaba más a la realidad de las cosas.