Mas afronta el fin de curso con riesgo de suspenso

BARCELONA- A principio de curso, en todas las aulas, se repite la misma cantinela, el profesor aconseja a sus alumnos estudiar cada día y no dejar todo para la víspera de los exámenes. «No es posible comerse un elefante salvo que se haga progresivamente, pedazo a pedazo», ilustran algunos maestros para convencer a los escolares. Pero en todas las clases hay holgazanes y espabilados que ignoran los consejos del profesor. Artur Mas, a quien la oposición siempre le recuerda que ha recibido una educación elitista, ha sido un alumno aplicado, pero a sus 57 años se ha rebelado. Ha dejado para el final los deberes de gran envergadura de este curso político.

En los diez días que quedan antes de las vacaciones de agosto, le toca dar un empujón a su desafío soberanista, encarrilar los presupuestos de 2013 y dar la cara por el «caso Palau», después de que el juez haya concluido en un auto que Convergència se ha embolsado 5,1 millones de euros en comisiones a cambio de adjudicar obra pública a la empresa Ferrovial.

Mas que holgazán, el presidente de la Generalitat está en el grupo de los que buscan salvar el cuello a última hora. Y, si no, confiará en que las vacaciones de agosto disimulen sus carencias alentando la celebración de una Diada masiva, igual que el año pasado. Sea como fuera, las tres pruebas a las que se enfrenta en este final de curso pueden acentuar la tendencia a la baja de CiU que todas las encuestas apuntan.

El próximo jueves el Consejo Asesor para la Transición Nacional presentará el informe acerca de cómo se puede celebrar la consulta. Cinco días después el Govern dará el visto bueno al informe y, seguidamente, Mas comunicará por carta a Mariano Rajoy su voluntad de convocar a los catalanes para que se pronuncien sobre su futuro político. Aunque daba por hecho que trasladó la petición en la reunión que tuvo con el presidente del Gobierno en la Moncloa, el pasado marzo, Mas accedió a hacer una petición formal vía carta para contentar a su socio, ERC, una vez tuviera el informe del consejo asesor. La respuesta es de sobras conocida, Rajoy dijo que leerá la carta, pero no se moverá de su tesis. La idea de Mas y de ERC es rentabilizar el «no» del Gobierno a la consulta catalana.

El guión del proyecto soberanista de Mas es acordar una fecha y una pregunta en diciembre. Hasta entonces, el consejo asesor y la comisión parlamentaria por el derecho a decidir irán desbrozando el camino para que Mas pueda presumir de que su proceso es impecable jurídicamente.

Paralelamente, tiene que gestionar el día a día, una crisis de caballo a la que hay que sumar los graves problemas de tesorería de la Generalitat. Y en esta gestión, la prioridad es aprobar unos presupuestos. Mas ha justificado en repetidas ocasiones que para poder presentar unos presupuestos necesita conocer la cifra de déficit y ver si esta permite implementar el pacto de legislatura que firmó con ERC. El martes pasado, el portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, avanzó que la próxima semana, el Gobierno asignará el déficit de Cataluña para 2013.

Pero el examen más difícil al que se enfrenta Mas es la comparecencia en el Parlament por el «caso Palau». Hábilmente, CiU ha dejado para el último día de julio esta intervención. Al president de la Generalitat lo que más le interesa es dar carpetazo al tema y olvidarse de la polémica que acosa a su partido hasta el juicio. Confía en que agosto diluya la controversia. En septiembre, quizá la Diada, lo eclipse casi todo.

Cinco exámenes

Pleno de juventud

El Parlament celebra este miércoles y jueves un pleno monográfico para aprobar un plan de choque para combatir el paro juvenil.

Informe del CATN

El consejo asesor para la transición nacional (CATN) presenta esta semana su primer informe relacionado con la consulta soberanista.

Carta a Rajoy

Artur Mas solicitará en los próximos días a Mariano Rajoy la celebración de la consulta tras la presentación del informe del CATN.

Las cuentas

El Govern ha dejado en el aire los presupuestos de 2013. Cuando se conozca el objetivo de déficit definitivo decidirá si los aprueba o no.

«Caso Palau»

Mas está citado ante el Parlament para dar explicaciones por el caso Palau. CDC pudo obtener 5,1 millones en comisiones.