Política

Mas busca mecenas en el exterior

Activa la agenda internacional para disminuir la actual dependencia comercial con el resto de España

Mas ayer con el ministro de Turismo indio en el Palau de la Generalitat
Mas ayer con el ministro de Turismo indio en el Palau de la Generalitatlarazon

Una semana después de la manifestación independentista de la Diada, Artur Mas acudía en la sede del Círculo de Economía a la presentación del «Atlas de la industrialización de Cataluña, 1750-2010». Ante cerca de 200 empresarios, destacaba que el año anterior (2011) «por primera vez desde hace siglos, las ventas de la industria catalana en el exterior fueron mayores que en España». «Y todo el mundo entenderá la referencia que haré: en los tiempos que vienen, es muy bueno que sea de esta manera. En los tiempos que vienen, nos interesa que la industria catalana vaya incrementando esta actividad exportadora y esta capacidad de estar presente en todo el mundo», añadía el líder de Convergència.

Apenas quedaban un par de días para su reunión con el presidente del Gobierno, en la que enterraba definitivamente el pacto fiscal para apostar por acabar de forma abrupta con la legislatura más corta y abrir una nueva hoja de ruta con la independencia como parada final. No han tenido que pasar muchas semanas para poner la maquinaria soberanista a funcionar a pleno rendimiento. Los frentes abiertos son múltiples y uno de los prioritarios –con permiso de la organización del referéndum de autodeterminación en 2014– es el campo empresarial. Los números están estrechamente ligados a una estrategia internacional en la que Mas, que ya no tiene que medir sus movimientos para no herir la sensibilidad de sus antiguos socios del PP, es el protagonista.

Cifras tozudas

Necesita darle la vuelta a unas cifras que le son tozudas. Cataluña exporta al extranjero más que al resto de España (47 por ciento de las ventas fueron al mercado interno en 2011, según el Centro de Predicción Económica Ceprede) y las ventas en el exterior en los últimos quince años han subido un 120 por ciento frente al 33 por ciento del mercado interior. Pero el superávit de la balanza comercial catalana (5.355 millones) se debe a la relación con España (saldo favorable de 11.685 millones) frente a las compraventas en el extranjero (déficit de 6.330 millones). Estos datos rompen el argumentario independentista si, más que basado en sentimientos, se intenta apoyar en cifras.

El camino hacia la autodeterminación necesita apoyo en el extranjero. Sudamérica y Asia son los mercados en los que la Generalitat se ha fijado para crecer. La estrategia incluye Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Índia y China, y se plasma en contactos bilaterales, viajes empresariales del propio president como el realizado a Rusia poco antes de la convocatoria electoral y una intensa agenda en la que juegan un papel fundamental las 27 delegaciones comerciales y cinco «embajadas» (cinco) en el extranjero que la Generalitat no quiere recortar.

Ayer mismo, el president se reunía en el Palau con el ministro de Turismo índio, Konidala Chiranjeevi, para «reforzar con Índia las relaciones empresariales y explorar las vías de colaboración en ámbitos estratégicos como la biomedicina, las infraestructuras y la logística», informó Presidencia en un comunicado. Para el Govern, «Índia es un país prioritario de la acción exterior de Cataluña en el continente asiático». Y ensalzaba que la delegación comercial que la Generalitat tiene en la ciudad «ya ha dado apoyo a más de 150 empresas y entidades catalanas interesadas en el gran potencial que ofrece este país».

Impulsar la marca Cataluña por el mundo y «dar a conocer la realidad catalana» forman parte de un programa en el que la Generalitat apuesta por llegar a todos, desde los turistas que visitan esta autonomía –en el caso de Índia unos 25.000 en el año 2011– hasta con la implicación de los medios internacionales, con el programa específico que dirige Eugeni Xammar. En este último caso se pondrá especial acento en los medios económicos en los que la presencia del consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, es bastante habitual.