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Mas-Colell: «Si la línea dura sigue, Cataluña tendrá estado propio»

La Razón
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Unos tímidos aplausos tradujeron el estupor que causó ayer el discurso del conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, en Madrid, en el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum. Con un tono grave, aunque sin perder la serenidad que le distingue, Mas-Colell aprovechó el viaje a la capital para avisar al Gobierno de Mariano Rajoy de que la fijación soberanista de Artur Mas no es un capricho pasajero. Y de que «si la línea extrema –de atacar la identidad y el autogobierno catalán– prevalece, Cataluña acabará teniendo estado propio, si no en esta generación, en la siguiente».

Mas-Colell explicó por qué el órdago soberanista «no es una fiebre» y por qué no desaparecerá «por desánimo o porque la situación económica mejore». Describió la actual relación entre Cataluña y España como un «conflicto» que deriva de tres problemas, el de la identidad, el del autogobierno y el relacionado con la fiscalidad.

El conseller rechazó la tesis de la Moncloa de que el fracaso político de Mas abortará el proceso soberanista, porque como decía el historiador Jaume Vicens Vives, «Cataluña tiene voluntad de ser». Quiso dejar claro que Cataluña «no ha elegido el momento del conflicto», que solamente «nos estamos defendiendo de un ataque en toda regla en el frente de la identidad y del autogobierno».

Denunció que actuaciones «humillantes» como la del Tribunal Constitucional contra el Estatut, la imposición de que «España es una nación» –una doctrina con la que Cataluña no se siente cómoda–, o la provocación que supone la nueva ley de educación «han empujado al catalanismo a cruzar el Rubicón» y a «reivindicar una consulta para decidir sobre su futuro».

Señaló también que «el retroceso en el autogobierno» y «la acentuación de la pulsión centralista del Estado» agravan el conflicto entre Cataluña y España. Y para reforzar su denuncia, explicó que actualmente hay una veintena de leyes en trámite en las Cortes que recortan competencias autonómicas.

Respuesta a Rajoy

Mas-Colell también aprovechó para responder a Rajoy que «si no hay que jugar con la soberanía nacional, no juguemos», en referencia a las palabras que el presidente del Gobierno dijo este fin de semana durante la clausura del congreso de Nuevas Generaciones. El conseller reprochó al popular que él y su Gobierno son los primeros que han jugado con el concepto de soberanía nacional.

No todo fueron discrepancias. Coincidió con el presidente del Gobierno en que «hay razones para un optimismo moderado con respecto a la salida de la crisis». Y con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en que Cataluña ejercerá de locomotora. «Aseguró que Cataluña está deseosa de aprovechar los vientos favorables», aunque insistió en que «la salida de la crisis no va a suavizar el desencuentro».

De recuperar el diálogo con el Gobierno, Mas-Colell apostó por negociar un nuevo modelo de financiación que reequilibre los desajustes. Sin embargo, avisó de que esta vez Cataluña no liderará el debate, que lo seguirá y se reenganchará. Pero sobre todo incidió en que es mentira que Cataluña rechace aportar una cuota solidaria a la cesta común, «una percepción errónea», que el mismo Mas-Colell lamentó que «genera conflictos».

Defendió que Madrid y Cataluña, como motores de la economía española, vayan de la mano a la hora de negociar un sistema de financiación más «justo y coherente». Un modelo que tal y como reivindicó el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, en el que cada Comunidad Autónoma contribuya a la solidaridad en razón a sus capacidades económicas reales.

El conseller avisó de que la negociación para revisar el nuevo modelo de financiación no debería ser una batalla de suma cero entre autonomías, como lo fue el reparto de los objetivos de déficit. El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta,presente en la conferencia, evitó polemizar con Mas-Colell.