Mas depende de las privatizaciones para cumplir con el déficit del 1,5%

Las cuentas públicas de la Generalitat hasta octubre han mejorado respecto al año pasado. El ejecutivo catalán acumula un déficit de de 2.343 millones de euros hasta octubre, un 1,26 por ciento del PIB. Aun así, el objetivo de 1,5 por ciento se antoja difícil dado que diciembre es un mes contablemente difícil en el que se acumulan más retrasos y el déficit de empresas y organismos. La Generalitat, por lo tanto, queda a expensas de las privatizaciones para cumplir con los números de déficit requeridos por el Gobierno.

El propio president de la Generalitat en funciones, Artur Mas, no pudo garantizar la semana pasada el cumplimiento del déficit y recordó que a finales de año siempre afloran «una serie de gastos». Por ello, las privatizaciones, que dependen del visto bueno de la Intervención General del Estado para que la Generalitat pueda anotarse esos ingresos en la contabilidad de este año, son de vital importancia para conseguir los objetivos de déficit.

A principios de noviembre, el Govern adjudicó la gestión de la empresa pública Aigües Ter-Llobregat (ATLL) a Acciona, una privatización por la que obtendrá 1.000 millones de euros, unos 300 de entrada y los 700 restantes durante los 50 años que dura la concesión.

La semana pasada, además, la Generalitat cerró un acuerdo con Abertis para privatizar la gestión de los túneles de Vallvidrera y del Cadí, que operan Tabasa y Túneles del Cadí, durante 25 años. La Generalitat licitó hace más de seis meses el contrato de gestión en la modalidad de concesión de estos dos peajes por un precio de salida de 430 millones de euros. De entrada, el Govern recibirá 310 millones por parte de Abertis, la adjudicataria.

Respecto al año pasado, la Generalitat ha rebajado su gasto hasta octubre un 23,25 por ciento el gasto. El déficit acumulado, que no tiene en cuenta ingresos y gastos financieros, ha disminuido en 710 millones frente a los 3.053 millones de los diez primeros meses de 2011.