Política
Mas mantendrá coche oficial, personal y oficina
El líder de CDC disfrutará de las atribuciones que concede el estatuto de los ex presidents y lo compaginará con su cargo de diputado
Artur Mas comenzará a disfrutar en breve de los privilegios de haber presidido el Govern de la Generalitat durante cinco años. No percibirá ninguna asignación mensual específica como ex president mientras conserve el acta como diputado del Parlament (ambos salarios son incompatibles), pero sí podrá disfrutar del resto de las atribuciones. «Mas no quiere cargos: presidente o ex presidente, y tan digno es ser presidente como ex presidente», dijo de sí mismo el líder de CDC el pasado sábado, cuando anunció su «paso a un lado» desde el Palau de la Generalitat.
Mas no quiso confirmar en ese momento si va a mantenerse como diputado en el Parlament de Cataluña, pero muchos lo dan por hecho porque sólo así podrá conservar su condición de aforado en pleno proceso judicial por su papel en la consulta del 9 de noviembre.
Su condición de diputado no es obstáculo, sin embargo, para que disfrute de todos los derechos que no son retributivos del estatuto de los ex presidentes de la Generalitat. Aunque ya son cuatro los ex presidentes, a Jordi Pujol se le retiraron todas las atribuciones (la condición de Molt Honorable incluida) después de su confesión de haber ocultado una fortuna a Hacienda durante décadas, mientras que Pasqual Maragall, enfermo de alzhéimer, renunció a su oficina. José Montilla, que es senador, es el único, por tanto, que mantiene un despacho como ex presidente en la avenidad Diagonal de Barcelona.
Mas, que recibirá el tratamiento protocolario de «Molt Honorable», podrá tener a su disposición diversos recursos humanos y materiales. Podrá designar, por ejemplo, a tres personas a su servicio de su libre elección. Sus astribuciones se completan con un automóvil y chófer, con personal de seguridad y con «una dotación presupuestaria para gastos de oficina, atenciones de carácter social y, en su caso, gastos para el alquiler de inmuebles, en la cuantía que establezca anualmente la ley de presupuestos».
Hasta aquí llegan sus derechos como ex president. Sus obligaciones son redactar una memoria anual de actividades que debe entregar al Parlament para que, a su vez, la publique en el portal de la transparencia.
En el caso de que Mas renuncie a su acta de diputado, sí que se darían las circunstancias para recibir una asignación mensual. Le correspondería durante al menos una legislatura el 80 por ciento de su salario bruto como presidente de la Generalitat, es decir, un total de 115.224 euros según las tablas actuales.
Existen bastantes dudas sobre el futuro político de Mas. No únicamente sobre el papel que podría desempeñar en un Parlament que ya ha escogido a toda la Mesa y que, por tanto, no le reserva ningún rol particularmente destacado, sino también sobre su actividad en Convergència.
El líder anunció que su principal misión, a partir de ahora, será refundar Convergència y subrayó, asimismo, que no descarta volver a la carrera electoral, ya que su sucesor, Carles Puigdemont, podría desempeñar un papel como presidente de la Generalitat de forma coyuntural.
El propio Mas admitió con dolor que daba un paso al lado ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con la CUP, pero en su foro interno busca un regreso a la presidencia de la Generalitat, que, hoy por hoy, es imprevisible. Lo único que está claro es que, al menos durante un tiempo, el líder de Convergència hará política desde la primera línea. La batalla por el poder en CDC seguirá siendo sorda mientras él se mantenga al frente del partido, aunque desde hace tiempo se toman posiciones en Convergència.
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