Crisis en el PSC
Mas pide unidad catalanista tras el desmarque del PSC
Una veintena de cámaras se disputaban ayer un sitio en el auditorio de la editorial RBA para tomar una fotografía histórica, la de los cuatro presidentes de la Generalitat vivos. Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla y Artur Mas coincidieron en la presentación de la «Biblioteca del catalanisme», una colección de RBA que reedita clásicos del pensamiento catalán, de las que los cuatro son herederos. Pujol siempre recuerda que su generación hizo suyo el mandato de Jaume Vicens Vives, autor con el que se estrena esta colección, que reza: «Ante la desolación de la posguerra, Cataluña necesita un grupo de gente que se haga cargo del país» Y Maragall empezó entonando el «escolta, Espanya» de su abuelo, para acabar diciendo «adéu, Espanya».
Mas citó a Prat de la Riba en su último discurso de investidura.El president de la Generalitat siempre ha reconocido el rigor con el que construyó la Mancomunidad y levantó el primer autogobierno. Habilidades con las que quiere construir el futuro estado catalán, al que ayer, con la elegancia que requería hablar ante un auditorio donde se mezcló la «creme de la creme» de la sociovergencia, también hizo referencia. Tras la fallida cumbre soberanista, Mas lanzó un guiño al PSC para que no se descuelgue del proceso a favor del derecho a decidir. Para seducirlo tomó una frase que Rovira i Virgili pronunció durante los primeros años del franquismo: «Peor que la opresión es la renuncia». Recordó que los pueblos que no doblan la espalda son los pueblos a los que nadie pisotea. Pero con habilidad añadió que para mantener la espalda erguida hace falta fortalecerla. Y por si Pere Navarro, presente en el auditorio, no entendió la metáfora, Mas instó a «los partidos políticos catalanes que tienen carácter y tradición catalanista» a tener altura de miras en el proceso de diseñar «una nueva manera de vivir a partir de los cimientos de 150 años de catalanismo». La voluntad de Mas por sumar al PSC a su proyecto quedó clara cuando tras la foto de familia, buscó a Navarro para darle la mano.
Presupuestos y bienestar
El mensaje al PSC no fue el único. Volvió a alertar al Gobierno que si Cataluña no presenta los presupuestos con un límite de déficit del 1,2 por ciento es porque no va a destruir el bienestar. Y por primera vez se pronunció sobre el reportaje de Telemadrid que le comparaba con Stalin y Hitler.
En la misma línea, en la que se expresó el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, elegido para presentar la colección como símbolo de cohesión entre las diferentes sensibilidades del catalanismo, Mas reivindicó que el catalanismo es un elemento pacífico y democrático. «En los 150 años de historia del catalanismo no hay un elemento dictatorial». «Y no todo el mundo puede presumir de esto», añadió el president, antes de lamentar que el reportaje «está hecho desde la máxima ignorancia o mala fe».
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