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«Me gusta meterme en el alma de los personajes, pero luego sufro»

Entrevista con Eugenia Tusquets, autora del libro «Ladrones de vidas».

Eugenia Tusquets
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La escritora Eugenia Tusquets aborda el drama de los bebés robados en España en su última novela, 'Ladrones de vida', basada en hechos reales. Parte de los beneficios de las ventas del libro se destinará a la asociación 'Todos los niños robados son también mis niños'.

La escritora Eugenia Tusquets aborda el drama de los bebés robados en España en su última novela, 'Ladrones de vida', basada en hechos reales. Parte de los beneficios de las ventas del libro se destinará a la asociación 'Todos los niños robados son también mis niños'.

-¿Por qué ha elegido usted el tema de los bebés robados como eje central de su novela?

-Yo quería hacer un tema relacionado con la mujer. En las últimas novelas siempre he tocado temas que no tenían tanto que ver con las cuestiones sociales y en esta ocasión quería hacer un tema más relacionado con la discriminación y me llegó a las manos el caso concreto de niños robados que relato en la novela. El caso es real y me pareció muy interesante y que entroncaba además con una realidad y es que ahora se están moviendo mucho más las asociaciones de niños robados y en este sentido han presentado esa proposición de ley para que hayan los cambios que faciliten el encuentro entre las madres que buscan y los hijos.

-En este libro, ha procurado abordar el asunto desde los dos vértices: el de la madre a la que arrebatan a su hijo y el de la persona que fue adoptada y desconoce sus orígenes biológicos. ¿Por qué ha considerado importante plantear ambas situaciones?

-Primero pensé en hacer un ensayo sobre el tema pero luego me di cuenta que con un ensayo uno no acaba de reflejar el horror emocional del tema. Y entonces pensé que con una novela era la forma de que los personajes sufran y que el lector se de cuenta de todo el drama emocional y del sufrimiento que puede llegar a causar este crimen. Ahí fue cuando me decidí a novelarlo, pero la forma de realmente expresar el horror es mostrar las dos partes, la de la madre desesperada y la de la hija, cuando se entera de que es adoptada, porque el problema principal es que hay muchas madres buscando y relativamente pocos hijos porque la mayoría se creen biológicos de la pareja adoptante. A mí me interesaba desde un punto de vista dramático que se conocieran los dos lados para que el lector se dé cuenta de la magnitud de lo sucedido.

-Usted ha recurrido a nombres y datos reales para su novela, pero ¿cuánto tiene de realidad y cuánto de ficción?

-Los datos respecto a fechas, nombres de las clínicas... son reales, son los datos que yo tenía cuando al principio pensaba hacer un ensayo. En cuanto a ficción, he novelado la vida de los tres personajes principales, sobre todo su situación social y profesional.

-¿Era importante recrear con fidelidad el momento histórico y social en el que se desarrolla la trama? ¿Es una denuncia de la represión absoluta de género que subyace a esa trama? ?

-Pues sí, yo en principio empecé a hacer un ensayo sobre el tema para que todo esto quedara muy claro, pero al novelarlo, está implícito, aunque no explícito. es lo que se deduce. Sobre recrear el momento histórico, he de decir que al principio consideré que a la novela le faltaba contexto, recrear algo para ponerlo en ambiente del momento histórico y me pareció una novela coja, que le faltaba algo y entonces se quedó en un cajón. De hecho me publicaron antes una novela que escribí a posteriori. Yo no acababa de estar convencida y pensé que quizá me hacía falta entrar en comunicación con la asociación de niños robados, porque yo sabía de lo sucedido por lo que salía en prensa y por lo que me contó el detective, que sale en mi novela, pero el contexto lo había pasado un poco por encima. Y cuando me metí muy a fondo en conocer de primera mano y entré en contacto con la asociación de niños robados de Madrid es cuando me di cuenta que me faltaba contexto histórico en la novela y reescribí una parte y ya la cosa cambió. El contexto en este caso era muy necesario.

-Desde la Asociación 'Todos los niños robados son también mis niños' aseguran que usted ha reflejado a la perfección el sufrimiento y la psicología de las víctimas. ¿Ha sido éste el mayor reto?

-No, yo en mis novelas soy de las que me meto mucho a expresar sentimientos. Precisamente, yo creo que una de las razones por las que al final no hice ensayo fue porque me cuesta más que novela. Me gusta la novela, meterme en el alma de los personajes y en este caso es una de las razones por las que decidí hacer novela. Y para meterme en la piel de esas personas, entonces sí que tuve que hacer un esfuerzo. Mientras escribo, yo sufro, porque estoy haciendo mucho esfuerzo por entender el tema desde dentro del personaje y en el caso de esta novela, es desdoblarme en tres personalidades: la del detective, la de la madre y el de la hija. También me ha ayudado mucho el conocer a los protagonistas reales.

-Con este libro, ¿persigue algún objetivo concreto o la trama de los bebés robados es solo una excusa desde la que desarrollar su novela?

-Ahí viene la parte más feminista. Creo que es otro de tantos temas en los que se ha ninguneado a la mujer, humillado, torturado y vituperado a la figura de la madre. Yo quería que quedara claro que el tema de los bebés robados es una vejación más hacia la mujer. Además, también es una reivindicación para que se respete el derecho de las personas a buscar sus orígenes, algo que parece que se ha olvidado, que se dejado en un cajón.

-¿Qué ha significado este libro para usted? ¿Ha sido el más complicado de abordar? ¿Quizá con el que más se ha involucrado a nivel emocional?

-Es con el que más me he involucrado a nivel emocional. A pesar de que en mi segundo libro había una parte autobiográfica, era tratada con cierto humor y no me involucré tanto emocionalmente, pero en éste, aunque no me compete el tema en mi vida, el esfuerzo de meterme en el alma de los personajes me ha hecho sufrir más mientras escribía. Quería dejarlo todo perfectamente reflejado y además es una cuestión muy emocional.