Historia

Barcelona

Montjuïc rememora el horror de la Legión Cóndor

Una muestra recupera documentación de sus ataques. Dónde: Castillo de Montjuïc. Carretera de Montjuïc, 66.. Cuándo: Hasta el 12 de mayo.. Cuánto: Entrada gratuita.

Una imagen en la que se muestra el efecto destructivo de la Legión Cóndor
Una imagen en la que se muestra el efecto destructivo de la Legión Cóndorlarazon

En mayo de 1938, la Legión Cóndor, una unidad militar nazi que apoyaba a las tropas franquistas, ya había demostrado su capacidad destructiva. Casi un año antes, el 26 de abril de 1937, habían arrasado Guernica en un ataque sin precedentes. Pero la fuerza de esa aviación volvió a ser evidente en otra zona, el Alto Maestrazgo, en un bombardeo salvaje.

El castillo de Montjuïc analiza ese ataque en una exposición que incorpora abundante documentación, parte de ella inédita, procedente de los archivos militares alemanes. Así se permite conocer uno de los episodios más tristes de la Guerra Civil.

Los nazis estrenaban en esa zona los nuevos bombarderos Junkers 87A «Stuka» que hasta entonces estaban en proceso de pruebas, teniendo como primer objetivo el pueblo de Benasal, situado a 30 kilómetros del frente más cercano. El resultado final fueron numerosas víctimas y la destrucción del centro de la población.

Este «experimento» volvería a repetirse en Ares, Vilar de Canes y Albocácer y jugaría un papel muy importante en la decisión de los hombres de Hitler de apostar por estos aviones durante la Segunda Guerra Mundial.

La muestra explora estos hechos gracias sobre todo al informe alemán RL35/34 titulado «Imágenes de los efectos de las bombas de 500 kg en los pueblos: Albocácer, Ares, Benasal y Vilar de Canes». Son medio centenar de páginas y 65 fotografías en las que se incide especialmente en la precisión de los bombardeos sobre objetivos civiles. Por ejemplo, se estudia la efectividad en picado de los Junkers 87A «Stuka», así como la destrucción provocada por las bombas.

Estos aviones son posiblemente los más célebres del conflicto bélico que luego se desarrolló entre 1939 y 1945. La técnica del bombardeo en picado permitía acertar el objetivo con un margen de error de cinco metros cuadrados. Los primeros prototipos se empezaron a construir en la primavera de 1935, aunque la primera flotilla de tres aviones Junkers 87A no llegó hasta enero de 1938. Cuatro meses más tarde demostraban que eran capaz de lo peor en el Alto Maestrazgo.