África

Ámsterdam

«Necesito contar mi historia para que no haya más historias como la mía que contar»

Proactiva Open Arms se va a África a prevenir la emigración y más muertes en el Mediterráneo.

Òscar Camps, «alma mater» de Proactiva Open Arms junto a su director en África, Ousman Umar. Foto: Quique garcía / Efe
Òscar Camps, «alma mater» de Proactiva Open Arms junto a su director en África, Ousman Umar. Foto: Quique garcía / Efelarazon

Proactiva Open Arms se va a África a prevenir la emigración y más muertes en el Mediterráneo.

Para ir de Ghana a Barcelona se tarda unas diez horas, las siete horas para llegar a los aeropuertos de Londres, París o Amsterdam, más dos o tres horas de vuelo hasta El Prat. Ousman Umar, en cambio, tardó cinco años. Cuando todavía era un niño, con apenas 12 años, dejó Ghana en busca de «El Dorado» europeo, que visto con perspectiva tiene más del purgatorio descrito por Dante Alighieri que de tierra prometida. Tardó cinco años en llegar, durante los cuales cruzó el desierto del Sáhara, vivió experiencias inhumanas y atravesó el Mediterráneo para acabar malviviendo durante un mes en las calles de Barcelona. Cuando llegó, tenía 17 años. Umar, al menos logró a pisar Europa. «El 95 por ciento de los compañeros que viajaron conmigo no llegaron vivos», contaba ayer.

Aunque , en España consiguió estudiar dos carreras universitarias y hoy cursa un máster en Cooperación Internacional, Umar dice que si llega a saber lo que le esperaba, habría dudado de si emprender o no el viaje. «No habría caído tan fácilmente en la trampa», admitió durante la presentación de la nueva misión de Proactiva Open Arms. La ONG catalana se va a África a informar a posibles inmigrantes de los peligros del trayecto hacia Europa. Y lo hace de la mano de Umar, que hace seis años creó junto a su hermano, Banasco Seidu Nuhu, NASCO Feeding Minds, una organización que ofrece a niños del África Subsahariana recursos educativos para que puedan prosperar en sus países de origen.

Umar ayuda ahora a Òscar Camps, «alma mater» de Proactiva Open Arms, a aterrizar en Ghana, donde la ONG de Badalona quiere evitar tener que hacer rescates en el Mediterráneo. «No queremos seguir salvando vidas en el mar, queremos dejar de ser necesarios, por eso acudimos al lugar de origen», explicó Camps. Su idea es trabajar en los países de origen explicando historias reales como la de Umar. «Quiero compartir mi vivencia con los niños de Ghana para que no les pase lo que me pasó a mi durante el viaje». «Tenemos que hacerles saber lo que les depara el viaje», añadió el director de Proactiva Open Arms que asegura que «el 90 por ciento de los inmigrantes que consiguen llegar a su destino dicen que no lo volverían a hacer».

Esta misión es consecuencia de las historias «desgarradoras» que les explican las personas que salvan en cada rescate. «Nos hablan de torturas, violaciones y abusos. Y a través de su relato queremos concienciar en origen de los peligros del viaje a Europa», expuso Camps.

Empiezan en Ghana porque desde enero de 2017, los socorristas de Proactiva Open Arms han rescatado a 4.000 personas de ese país. La ONG de Badalona calcula que desde 2014, más de 16.000 personas han fallecido al intentar cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa. En los 30 meses que llevan trabajando, han rescatado a una 60.000 personas, un 20 por ciento, niños. Quieren que Ghana sea la primera parada de su misión en África. Su idea es llegar a las comunidades de los principales lugares de origen de los inmigrantes, Nigeria, Guinea, Costa de Marfil, Senegal, Gambia y Camerún. Y a países son flujos migratorios como Níger y Burkina Faso.