Navidad
«No es una Navidad normal»
Barcelona estrena bolardos y enciende las luces navideñas con un emotivo acto que recuerda a las víctimas de los atentados del 17-A.
Barcelona estrena bolardos y enciende las luces navideñas con un emotivo acto que recuerda a las víctimas de los atentados del 17-A.
Llegan las fiestas de Navidad. Y con ellas una buena excusa para recordar la pregunta que la filósofa Marina Garcés regaló a los barceloneses con el pregón de la Mercè de este año: «¿De todo lo que vivo, qué es lo que realmente importa?». Ayer importaba bajar a La Rambla, dar la bienvenida a la Navidad, encender las luces y recuperar el espíritu navideño tras un año raro y convulso después de que el mil veces anunciado choque de trenes entre independentistas y constitucionalistas se haya producido. Pero, sobre todo, importaba bajar a La Rambla para recordar a las personas que ya nunca volverán ramblear porque el pasado 17 de agosto fallecieron en un atentado sin sentido que cambió a la ciudad.
Los barceloneses respondieron a la llamada del Ayuntamiento de Barcelona: «Venid a encender las luces de Navidad, con música, danza y burbujas llenas de espíritu navideño». Este año, el acto simbólico con el que la ciudad da la bienvenida a la Navidad, se celebraba en la Rambla de Santa Mònica para homenajear a las víctimas del 17-A y rendir homenaje a los vecinos y comerciantes que se volcaron con el atentado. Unas burbujas gigantescas, que serán el hilo conductor de estas fiestas en Barcelona, sorprendieron a los barceloneses y extranjeros que se unieron al acto en el que la alcaldesa, Ada Colau, llamó a los ciudadanos a «llenar las calles y recorrer los comercios de proximidad», cuyas ventas en octubre –que empezó con un referéndum ilegal y acabó con la aplicación del 155–, se desplomaron un 30 %.
NAVIDAD DIFERENTE
«No es una Navidad normal», admitía la alcaldesa, tras inaugurar los bolardos de La Rambla. No lo será, sobre todo, para las familias de Julian y Xavi, los dos niños que perdieron la vida el 17-A. Por eso, era importante bajar a la Rambla, recordar a las víctimas y trasladar a sus familias calidez y ternura. Y recuperar otro de los consejos del pregón de la Mercè y «mirarnos a los ojos no sólo para emocionarnos un momento, sino para romper la indiferencia que normalmente nos separa y la hostilidad que cada vez más a menudo nos enfrenta». Por ejemplo, no a todos los grupos políticos les gusta la idea de iluminar fuentes de amarillo para pedir la liberación de los «presos políticos».
100 KM DE LUCES
La burbujas, llamadas «ingravidollas», que quieren representar la sensación de emoción que se hincha dentro de nosotros en Navidad, son el hilo conductor de la Navidad. Encendieron las luces, que iluminan ya 400 tramos de calles y plazas, cerca de 100 kilómetros lineales, hasta el 6 de enero. El alumbrado ha costado 860.000 euros. Y tendrán un papel protagonista en la cabalgata.
COMERCIO
Para descentralizar la fiesta y potenciar el comercio de proximidad. Nou Barris, Sant Andreu, Sants y Sant Martí harán concurso de aparadores. Sarrià estrenará una prueba piloto para iluminar tienas. Y la fundació Pare Manel y Estel Tàpia han creado un papel ecológico de tela para envolver regalos en los ejes comerciales.
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