Cataluña

Ortega se va a Quebec para importar su voto electrónico a la consulta

El catedrático Francesc de Carreras subraya que el referéndum no puede ser vinculante

La vicepresidenta Joana Ortega, ayer, durante la reunión semanal del Gobierno catalán
La vicepresidenta Joana Ortega, ayer, durante la reunión semanal del Gobierno catalánlarazon

BARCELONA- Tal día como hoy se cumplen 18 años del día en que la provincia francófona de Quebec volvió a votar a favor de mantener la unidad de Canadá en un referéndum celebrado en 1995. Los partidarios de no independizarse vencieron con el 50,6 por ciento de los sufragios, una minoría estrecha pero tan válida como la que obtuvieron en 1980 (59,6 por ciento). Los nacionalistas catalanes siempre se han visto reflejados en el espejo quebequés, pero nunca tanto como ahora, metidos de llenos en el proceso soberanista. La vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, se marcha mañana a Quebec para tomar nota de su experiencia e importarla en la medida de lo posible.

Ortega visitará Quebec entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre con la finalidad de «conocer los sistemas de votación telemática susceptibles de ser aplicados en la consulta sobre el futuro político de Cataluña que se celebrará el año 2014», a pesar de que en 1995 no se practicó el voto electrónico. Sin embargo, Ortega vivirá en primera persona las elecciones municipales que se celebran este domingo y podrá comprobar «in situ» las posibilidades de este voto.

Encarrilar la consulta

En su periplo por la región francófona, la vicepresidenta de la Generalitat aprovechará para entrevistarse con numerosas autoridades quebequesas. La mayor parte de los contactos tienen por objetivo abordar temas relacionados con «el proceso de transición nacional».

El viaje por Canadá supone un paso más en la línea de preparar una consulta cuya celebración continúa siendo una incógnita. Ayer, la comisión parlamentaria que estudia el derecho a decidir recibió la comparecencia Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional de la UAB y fundador de Ciutadans. De Carreras, no obstante, subrayó que su presencia debía desvincularse de siglas políticas porque sus opiniones sobre la consulta debían entenderse a título personal.

Su criterio es que una consulta sobre la independencia de Cataluña es constitucional siempre y cuando no sea vinculante. De Carreras advirtió durante su intervención de que el llamado «derecho a decidir» no existe desde el punto de vista jurídico y subrayó, asimismo, que el derecho a la autodeterminación no es aplicable en Cataluña.

En todo caso, el catedrático de la UAB aconsejó emplear el artículo 92 de la Constitución para habilitar la consulta, tal y como se hizo en los referendos de la OTAN y la Constitución Europea. En ambos se preguntó «la opinión» de los españoles, pero el resultado no era vinculante.

De Carreras consideró, además, que es preferible facilitar una consulta antes que dar pie a una «complicada reforma constitucional». Eso sí, el experto subrayó que el Gobierno y la Generalitat deberían ponerse de acuerdo en los «requisitos» del referéndum, tales como «el porcentaje mínimo de participación, el compromiso de respetar el resultado y de no repetir la consulta en 10 o 20 años, y en que no sería vinculante jurídicamente».

El catedrático rechazó la opción de formular una pregunta alambicada con varias respuestas y abogó por un solo interrogante, «muy claro», en favor o en contra de la independencia. «Si gana el 'no' aquí se acaba el tema, mientras que si gana el 'sí' tendría que aplicarse la doctrina canadiense, de empezar a negociar cómo se lleva a cabo la segregación, negociar los activos y pasivos, las fronteras, y la ratificación de tratados», opinó.

Declaración unilateral

Sobre la posibilidad de que el proceso soberanista desemboque en una declaración unilateral de independencia, De Carreras admitió que esta iniciativa «sí que implicaría una ruptura» del marco legal español. «El Parlament la podría hacer 'de facto', aunque no tenga competencias, pero ¿luego qué pasaría? Porque un Estado lo es cuando los demás lo reconocen, o sea, tiene que decidirlo la comunidad internacional, y el no reconocimiento provocaría una situación de difícil salida», alegó.

La vía unilateral, «sin salida»

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, subrayó ayer que la propuesta soberanista planteada por Cataluña es «una vía sin salida» y abogó por abandonar una idea que es «puro ilusionismo». El jefe de la Diplomacia española hizo estas declaraciones a la prensa en Lituania tras reunirse con la presidenta de la República lituana, Dalia Gryabuskaite, en Vilna. Para García Margallo, el planteamiento de una secesión unilateral puede crear «un problema tremendo para Cataluña y para España».